⌑𝙀𝙣 𝘾𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖 𝘿𝙚 𝙇𝙖𝙨 𝙍𝙚𝙜𝙡𝙖𝙨⌑ - { 𝐆𝐚𝐝𝐫𝐢 }

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-QUE CARAJ- No pudo terminar de hablar Gavi, mientras se encontraba siendo interrumpido por una mano cubriendo su boca.

-No grites, soy yo-Habló bajo el canario quitandole la mano de su boca, mientras se ponía enfrente de él con una sonrisa.

-PEDRI??, que demonios te pasa, tio?-Preguntó Gavi un poco molesto por el casi infarto.

-Esa debería ser mi pregunta, no lo crees?- Respondió el canario desvaneciendo su sonrisa y con tono molesto.

-E-eh?-Tartamudeo Gavi, recordando a quien tiene al frente.

-Porque no me llamaste para decirme que no necesitabas que fuera a recogerte?-Preguntó Pedri con una cara seria.

Gavi trago y trató de pensar en la respuesta más creíble para excusarse por no saludarlo é ignorarlo, pero tener a un Pedro con cara sería, viendote directo a los ojos definitivamente no ayuda, al menos no en el caso de Gavi.

-Es que....emm....mi teléfono murió y cuando lo logré cargar aproveché para avisar. -Dijo Gavi un tanto inseguro ya que decir mentiras nunca ha sido su fuerte.

-Y le escribiste a Ferran primero, antes que a mí, que soy quien te trae y lleva?- Preguntó Pedri frunciendo el ceño aun más con clara impaciencia.

-Bueno....es que yo...-Pronunció Gavi sin llegar a formar una oración completa, volteó hacia otro lado sin poder sotenerle la mirada al canario sintiéndose apenado, hoy no tiene la capacidad de actuar como si nada.
Maldecía una y otra vez, mientras tragaba saliva difícilmente, la gota de sudor bajando por su frente demostraba sus nervios. Deseaba estar cien metros bajo tierra, se supone que solo le tendría que ignorar y no hablarle, pero sabía que con lo terco que es el canario, no lo dejaría ir tan facil.

-Porque nisiquiera me saludaste?, Porque no hiciste los entrenamientos conmigo?, Porque me evitas?-Seguía Pedri sin dejar que Gavi se excusase.

La cabeza de Gavi estaba por reventar, y ahí mismo estaba la pequeña voz que le seguía replicando la posible pérdida de su mejor amistad a causa de sus estúpidos sentimientos. Su mente estaba escuchando cada palabra de reclamo por parte de Pedri, eso provocando más alboroto en su mente, mientras seguía sintiendo un nudo que seguía siendo apretado fuertemente en su cabeza.
Evitaba mirarlo, su corazón dolía de culpa y de tristeza, mientras en su interior peleaba consigo mismo, sintiendo su cabeza muy pesada, siguió con eso por unos segundos hasta que no pudo aguantar más y estalló.

-PORQUE ME PREGUNTAS TANTO CARAJO!, NO PUEDO ESTAR SOLO?!.......Déjame en paz- Reclamó Gavi ya muy molesto, pero suavizando el tono en las últimas palabras. Mirándolo pidiendole que no lo presionara, mientras sus ojos se ponían cada vez más brillosos. Sabía que no tenía el derecho de alzar la voz, pero su cabeza seguía carcomiendole. Jamas pensaba en la posibilidad de que Pedri le correspondiera, ni un solo segundo, en su cabeza solo había espacio para los pensamientos negativos, los cuales eran los culpables de la poca actitud que Gavi mostró en las últimas semanas.

-Oye Gav....lo siento, sabes que puedes hacer lo que quieras y no me molestaría, pero quiero saber cuál es la causa de tu enojo hacia mí.- Respondió Pedri en un tono más suave al ver los ojos del menor aguadarse. No quería hacerlo sentir mal, se maldijo por eso, pero de verdad no quería que el menor lo siguiera ignorando.

-Esto no te tendría que importar, si me enojo con alguien o no, no es tu asunto, ademas no es para tanto, no lo dramatizes.-Dijo el menor con el tono mas duro que pudo. Apartando la mirada, mientras arrugaba la frente y cerraba los ojos con fuerza.

-Claro que me importa, sé que estas molesto, pero si no me dices por que estas molesto, como se supone que me disculpe, he estado tratando de encontrar la razón de tu enfado conmigo todo este tiempo, pero no recuerdo haberte hecho algo que podría ser la causa. Ademas te hemos notado algo mal últimamente y quiero que hables conmigo si estas pasando por algo difícil, soy tu mejor amigo Gav, puedes confiar en mí, yo estoy aquí para ayudarte.-Contestó Pedri en un tono mucho más suave del que ya había utilizado mientras miraba al sevillano.