La Casa Sin Fin

Sala 4

La sala 4, esa sala era probablemente la más perturbadora. Al ir cerrando la puerta, toda la luz parecía ser succionada hacia la habitación anterior. Me quedé ahí, rodeado por la oscuridad, y sin poder moverme. No tengo miedo a la oscuridad, y nunca lo he tenido, pero estaba absolutamente aterrorizado. Ponía mi mano enfrente de mi cara, no la veía ni siquiera puedo decir que estaba haciendo, el miedo me controlaba. La oscuridad era absoluta. No podía escuchar nada. Era un silencio de muerte. Aun cuando tú estás en una habitación de prueba de sonido, puedes escuchar tu propia inhalación y exhalación. Te puedes sentir tu mismo con vida. Yo ya no podía. Fui hacia adelante trastabillando despuès de unos momentos, mis rápidos latidos era lo único que podía sentir. No había señal alguna de una puerta. No estaba seguro que hubiera una esta vez. El silencio se fue con un ligero zumbido.

Sentí algo atrás de mí. Gire alrededor salvajemente, pero no era capaz siquiera de ver a mi nariz. Sabía que había algo ahí de todas formas, a pesar de lo oscuro que estaba, sabía que estaba ahí. El zumbido comenzó a intensificarse, acercarse, parecía rodearme. Pero sabía que lo que quiera que fuera estaba enfrente mío, acercándose cada vez más. Di un paso hacia atrás, jamás había sentido ese tipo de miedo. Ni siquiera puedo describir bien que miedo significa. Pensaba que iba a morir, tenía miedo de pensar en mis alternativas. Tenía miedo el saber que me tenía preparado esa cosa. Entonces, hubo un flashazo en toda la habitación de apenas un segundo y ahí fue cuando lo vi. Nada. No vi nada, ya había visto que no había nada. La sala se volvió a hundir en la penumbra, y el zumbido era ahora un chirrido salvaje. Corrí de espaldas, lejos del sonido, buscando la manija de la puerta. La gire y llegue a la sala 5.