Generosamente, cubiertas de un tupido follaje verde oscuro.
Recargados en él, había varios tablones ee madera nueva. El papá se bajo del tractor y se aserco a los tablones.
-Esta madera sobro cuando hisimos los gallinros -dijo mientras la tocaba-. ¿que les parece si hacemos una casa en el árbol?
Lucia y felipe lo miraron sorprendidos.
-¿la bamos a poner en las ramas?
-pregunto Lucia incrédula.
-¡Claro! -contestó el papá.
Los dos niños miraron hacia arriba.
Las ramas mas bajas del laurel quedaban unos cuatro metros de altura.
-¡Y le bamos a hacer una escalera!
-dijo Felipe muy animado.
-¡Y una ventana! -Añadió Lucia.
-Hoy mismo empezamos a hacerla
-dijo el papá-. Cada día avanzaremos un poco, quiero teeminarla pronto.
Esa misma mañana, los tres pasaron varias horas lijando la madera
Felilpe le echaba muchas ganas y, aunque le escurrian gotas de sudor por toda la cara, no dejaba de trabajar. Lucia trabajaba un rato, bailaba otro, volvia a lijar una tabla pequeña y luego se iba a platicar con las gallinas y a saludar a cada una de lad vacas
Desde ese día, no hubo una sola tarde en que no trabajaron en la casita, anunque fuera un rato.
Midieron los tablones , el papá los emparejo con la sierra electrica e hicieron los agujeros para la ventana y puerta . Despues, con la alluda se dos peones y ee don Joaquin, Trajeron escaleras e hicieron un andamio ancho que amarraron de una de las ramas mas altas del laurel. Asi podrian subir y bajar ellos mismos, ademas de todo lo que necesitaban.
