Capitulo ocho.

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Dejé caer mi cabeza, recostándola sobre su hombro. Sus manos exploraban cada parte de mi abdomen y cuando se encontraron estas se entrelazaron, mi mano izquierda jugaba con su cabello mientras el besaba mi cuello y mordisqueaba mi oído. Me deje llevar pero a la vez mi conciencia me decía lo mal que estaba esto. 

Giré y bese sus labios, eran tan suaves; el beso se hizo mas salvaje, el jugó con mi lengua y al final del beso el me mordió mi labio inferior jalándolo un poco. Me levante de la hamaca.

-¡ATRAPAME! -exclame y comencé a correr sin dirección alguna, el se levanto y comenzó a seguirme; sin darme cuenta el ya estaba detrás de mi, me tomo de la cintura y yo caí, me resbale y el callo sobre mi, su mirada se fijo en mis labios, comenzamos a acercarnos y nuestros labios rozaron una vez mas, esta vez me separe y el se quito de arriba de mi, nos sentamos en el mismo lugar en el que caímos. 

-Perdón Mitchie, esto no es correcto.

-No, no te preocupes -susurré y me puse a jugar con la arena-

-Mitchie... 

-¿Que? -lo miré- 

-Me gustas...

-¿Qué? -fruncí el ceño, en realidad no sabia que responder, yo también sentía algo similar, o eso creo, es mi tío, estoy confundida- 

-Si, bueno. Eso creo.

-Tu tan bien me gustas -hice una mueca y lo mire a los ojos-.

-¿Enserio? -sonrió de lado al escuchar eso-

-Púes si, eso creo.

-Y bueno... -miró mis ojos-.

-¿Vamos a comer? -dije mordiendo mi labio, y sonriendo-.

-Si, claro, ¿donde quieres ir? 

-¿Qué te parece allá? -apunte a un restaurante de mariscos-

-Bien vamos -se levanto y caminamos hasta el, nos sentamos en una mesa con vista a el mar y Harry le hizo señas al señor para que se acercara-.

-Buenas tardes que van a ordenar -dijo con una libreta en su mano-.

-Yo quiero un filete de pescado empanizado por favor. ¿Y tú, Mitchie? -sonrió- 

-Yo quiero... un cóctel de camarón, por favor.

-¿Algo para tomar? -dijo mientras apuntaba las ordenes-.

-Dos refrescos estarían bien. -ordeno Harry y el mesero se retiro-

Terminamos de comer y Harry pagó la cuenta. Regresamos a su casa y entré a darme una ducha, cuando salí, olía a palomitas lo cual hizo que bajara, y ahí estaba Harry, recostado en el sofá con un gran tazón de palomitas en sus piernas. Entré a la cocina y abrí el refrigerador, había una botella de crema batida la presione y salio por la boquilla un poco de crema. Sin darme cuenta, Harry estaba ahí, detrás de mi, tomó la crema batida y fue poniendo en mi hombro y todo el largo de mi brazo, comenzó a lamer la crema batida. Cerré los ojos al sentirlo. Me excité y quería ser suya esta noche, es mi tío, lo tengo claro, pero tengo ganas de sentirlo una vez. 

-¿Harry? ... -mordí mi labio inferior y el dejo de besarme el hombro-.

-¿Si hermosa? -dijo mirándome-.

-Quiero... -mordí mi labio, y lo miré. No termine la frase puesto a que Harry me levanto y me sentó en la mesa, me saco la blusa y tomó la crema batida y comenzó a llenarme los pechos hasta el abdomen, él sonrió y comenzó a lamer toda y después a besarme el cuello. Me desabrochó el sostén dejando libres mis pechos y los atrapo con sus manos mientras comía volvía a poner más crema batida sobre mi. Sujeté su cabello al mismo tiempo que arqueaba mi espalda entregándome a el, poco a poco me fui dejando caer en la mesa y cuando menos me lo esperaba el ya estaba arriba de mi, su mirada llego a mi entre pierna, se relamió los labios y dejo un beso demasiado cerca de mi zona intima, agarre su rostro y lo acerqué al mío. Nuestros labios rosaban al mismo tiempo que el mordía mi labio inferior...

30 DÍAS DE PECADO | H. S | EDITANDO.Where stories live. Discover now