(¿Entonces por qué dolía tanto? ¿Por qué no podía dejar de pensar en que Yeonjun también estaba triste por todo eso? ¿Por qué no existía una solución que permitiera que ni él, ni Chaewon, ni Yeonjun salieran heridos?)

—¿Me estabas esperando? Ay, Bomgyu, eres tan bueno.

Beomgyu se sobresaltó al escuchar aquello, ganándose unas risitas agudas por parte de Kai. Miró a su amigo recién llegado con fastidio durante unos segundos antes de negar con la cabeza mientras ponía los ojos en blanco y simplemente se encaminó hacia adentro, seguido de cerca por el rubio.

— ¿Así me recibes? —le reclamó Kai, llevándose una mano al pecho y fingiendo estar dolido—. Después de todo lo que pasamos...

—No estoy de humor, Kai —soltó entre dientes, bufando.

— ¿Sigues enojado por lo del screamer? —quiso saber el menor, sonriéndole inocentemente—. Si te sirve de algo, me asusté tanto como tú la primera vez que lo vi.

—Claro que no es por eso —volvió a bufar, deteniéndose en mitad del pasillo—. Sabes bien por qué es.

—Sí, Gyu, lo sé —se apiadó su amigo, llevando una mano a su hombro y dedicándole una mirada dulce—. Tienes tatuado en la frente "Yeonjun senpai notice me".

Por supuesto, se apartó rápidamente antes de que Beomgyu pudiera golpearlo en la nuca, riéndose a carcajadas por la expresión que le quedó en el rostro. El castaño terminó por rendirse, bufando una vez más y dándole la espalda para seguir su camino rumbo al salón de clases.

—Oye, oye, no te enojes —le pidió el rubio, alcanzándolo—. Quería animarte un poco, perdón.

—Creo que voy a dejarlo, ya sabes, lo que tengo con Yeonjun —dijo de repente, ganándose una mirada sorprendida de parte del menor—. O eso había decidido esta mañana, pero...

—Ya me parecía raro... —murmuró Kai—. ¿Pero qué?

—Chaewon noona acaba de decirme que anoche lo vio raro, como si estuviera triste o algo así —le contó, suspirando—. ¿Y si era por mi culpa?

— ¿Se lo merece? —Aventuró el rubio, encogiéndose de hombros—. No puede ser que sólo sufras tú, Gyu, ¿no crees?

—Pero yo no quiero que él sufra —soltó, frunciendo el ceño—. ¿Por qué querría eso?

—Eres tan bueno que hasta tengo ganas de hacerte bullying, hombre —farfulló Kai, y rodeó su hombro con un brazo luego de ponerse en puntitas para llegar—. Me dijiste que estaba follando con tu hermana anoche, ¿y te preocupas por él?

—Buen punto.

— ¿Sabes qué tienes que hacer, Bomgyu? —preguntó el menor con un tono de voz que a Beomgyu no le gustó nada—. Es un consejo, claro, puedes ignorarlo, pero...

—Sólo dilo...

—Te servirá de muchas formas —continuó Kai—. Primero, para distraerte un poco. Segundo, tal vez hasta te olvidas de Yeonjun y todo en el proceso... pero también puede hacer que el tonto este se decida por ti o por ella de una vez.

—Eh, bueno, ¿sabes algo? —pronunció, dudoso—. Creo que será una mala idea...

—Eh, bueno, ¿sabes algo más? —lo imitó el menor, copiando muy mal su voz, y luego sonrió ampliamente—. No lo es.

—Bueno, dime de una vez.

—Tienes que salir con alguien más.

Esa semana pasó muy lenta para Beomgyu, pues entre tanta tarea, textos por leer y analizar, trabajos que entregar y demás, apenas si tuvo tiempo para respirar. Y cuando tenía un momento libre -casi nunca-, lo desperdiciaba pensando en la estúpida propuesta de Kai. Por supuesto que lo había rechazo, pero el chico era insistente y cada vez que se cruzaban en algún pasillo o en alguna clase volvía a la marcha, tratando de convencerlo de lo mucho que le convenía conocer a alguien nuevo para dejar de pensar en Yeonjun... y por alguien nuevo claramente se refería al famoso Taehyun del que no había parado de hablar en toda la semana. Beomgyu todavía no lo conocía y aún así sabía más de él que del mismo Kai de tanto que trataba de vendérselo, como si fuera algún producto de esos que pasaban en comerciales horribles cada dos minutos en la televisión. Se parecen mucho, él es igual de raro y ruidoso que tú, son tal para cual; ¿sabías que Taehyun es fan de TWICE? Se sabe todas las canciones y eso, podrían ser dos nenitas juntos; él también es de Seúl como Yeonjun, pero no es un bastardo infiel como ese, ¡si te pone su dialecto con Terry será mejor!, y demás tonterías como esa eran su pan de cada día cuando veía a Kai. Decir que estaba harto de escuchar sobre Taehyun sería un eufemismo, estaba tan cansado que temía odiar al chico incluso sin verlo en persona nunca, aunque él no tuviera la culpa de nada. La única forma que encontró de aplacar un poco al molesto de su amigo fue dejarlo bloquear el número de Yeonjun de su teléfono para no caer en la tentación de hablarle, y claro, para que Yeonjun tampoco pudiera comunicarse con él. Y también cedió a dejar de pasar por Cypher para espiarlo, y no preguntaría nunca a Chaewon cómo se encontraba Yeonjun, y dejaría de escuchar las canciones de Daniel (porque Kai ya había descubierto hasta eso de tanto que insistió en saber detalles).

Don't tell nonna - yeongyuWhere stories live. Discover now