"Oh, sí..." Su voz, aunque dulce y tierna, expresaba confusión y un poco de miedo. Era de esperarse. Cualquier mujer estaría sintiéndose de esa manera en una situación similar por más atractivo que aquel rubio fuese. "Sí, soy actriz. Creo que todos aquí lo son, en realidad."
Hasta que esa sensación cesó, después de escucharlo reír un poco incómodo.
"Lo siento, no planeaba hacerte sentir extrañar." Su cabeza se ladeó, una pequeña sonrisa de lado se formó en sus labios mientras extendía su mano. "Soy Art Donaldson. Juego — Bueno, jugaba tenis. Nos conocimos en Wimbledon... estabas con una mujer mayor, puedo recordar vagamente que se presentó como tu madre."
Entonces las piezas encajaron. Claro que lo recordaba, ¿cómo no hacerlo si era increíblemente atractivo y asquerosamente exitoso?
Art Donaldson. Ganador de demasiados Grand Slam, esos títulos que eran tan importante en el tenis pero que realmente no resultaban de impacto para ella. Y era cierto, lo había conocido. Siendo exacta, hace un año atrás, en ese partido tan especial. Su madre insistió en ir. Estaban en Londres por unas grabaciones de esa película que ahora era un éxito en Blockbuster. "No tengo ánimos", fue lo que dijo pero poco importó pues terminó viendo el partido mientras vestía un costoso conjunto de Lacoste. Lo poco que tenía en mente es que había sido un buen partido, lo suficientemente bueno para darle el título a él. Le bastó unos cuantos minutos después de los agradecimientos del rubio y una foto con su esposa a un lado para que su madre se lo topara, diciéndole lo mucho que lo admiraban y que su hija era una fanática enloquecida del tenis. Una burda mentira. En realidad, ella no sabía nada del tenis, ni siquiera había pisado una cancha en su vida para jugar, aún si su imagen había sido explotada para una campaña con Adidas. Sin embargo, tenía nulo conocimiento de cómo las cosas funcionaban en ese mundo pero siempre es un buen momento para hacer contactos, según las sabias palabras de su madre. Y al parecer funcionó porque después de un par de halagos, una foto para sus redes sociales y pocos términos de tenis compartidos. La esposa y entrenadora del tenista, Tashi Duncan, había asegurado que estaría encantada en pasar un tiempo con ella, quizá ayudarla en el tenis y hacer que Art le diera consejos para cualquier partido amistoso que tuviese en el club campestre dónde supuestamente entrenaba.
Para sorpresa de nadie, eso nunca se concretó porque lo último que había sabido de él es que se había separado y que el tenis pasó a un plano secundario mientras que ella siguió sin sostener una raqueta en los meses siguientes. Ahora se preguntaba que había sido de Tashi; probablemente estaría entrenando a alguien más o disfrutando de su vida de mujer rica. Realmente había perdido la pista pues los deportes ni siquiera eran su fuerte.
"¡Oh, cierto!" Sostuvo su mano mientras un dulce color rojo se extendía por sus mejillas, las que tenían una capa delicada de pequeñas pecas. "Lo siento, señor Donaldson. No lo reconocí, es que me encuentro un poco perdida esta noche."
El hombre rió suavemente, negando la cabeza en respuesta. "Está bien, no debes disculparte. Supongo que conoces a muchas personas en el día, es normal olvidarse de unos cuántos. Y no debes llamarme señor, no soy tan viejo."
No respondió a ello. En su lugar, se encogió en su propio lugar, avergonzada.
"¿La estás pasando bien?", preguntó Art, sus cejas alzándose en una expresión de curiosidad. "¿O estás huyendo de todos cómo yo?"
Cualquier persona que tuviera suficientemente desarrollada su habilidad para ver lo obvio sabría que estaba arrinconada por una razón, y era la misma que él.
La gente. Dios, la gente de élite era un motivo suficiente para que ella no quisiera más que esconderse en un caparazón o pedirle a la tierra de manera desesperada que la tragara.
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DIET PEPSI͏ ͏ ͏ ͏ ─ ͏ ͏ ͏ ͏ART DONALDSON.
RomanceTerminar en el auto de un tenista retirado no era cómo su noche debía de ir. Two-shots. Los personajes mencionados no me pertenecen, la trama sí. Portada: "Diet Pepsi", Addison Rae.
when we drive in your car, i'm your baby.
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