Tenía la oportunidad de dejar la industria, lo sabía, pero algo dentro de ella aún anhelaba la atención de las cámaras al pasar, de los reflectores. Recordaba que su viejo diario estaba lleno con recortes de actrices famosas, esas que sostenían un premio de la academia y que sus discursos estaban llenos de agradecimientos a la familia, las que tenían un esposo exitoso e hijos perfectos. A veces, soñaba con esa vida porque había una probabilidad de que sí terminase así; casada, feliz, lejos de mamá.
No quería ser cruel pero crecer con alguien tan narcisista dejaba heridas. Desde las tardes que pasaba restringiendo su alimentación o en las que entrenaba hasta el cansancio porque su figura debía mantenerse, porque su rostro angelical e inocente era lo que seguía vendiendo en los anuncios de las marcas, en las películas dónde los papeles y libretos eran estúpidos. ¿Cuándo actuaría de verdad? Lejos de una comedia romántica cliché, lejos de un éxito en taquilla que sólo usaba su rostro como privilegio, lejos de que su mamá metiera algo más en la industria para hacerla sonreír otra vez en pantalla grande.
Antes de que tantos pensamientos carcomieran esa pequeña cabeza que se sentía mareada por los martinis secos que habían pasado por su garganta, se halló así misma en las afueras del gran salón, dejando atrás el bullicio de personas que sólo le aturdían y ensordecían.
Hacía frío. Sintió su piel erizarse y terminó por abrazarse, morenos brazos aferrándose a su figura mientras sus ojos cafés buscaban algún lugar en el cuál sentarse, arrinconarse. No lloraría pero si se lamentaría. No le vendría mal estar en casa, jugando con su pequeño gato y viendo alguna comedia en la televisión, probablemente picando a los dulces que estaban en la alacena, abriendo una botella de vino y diciendo al aire lo tanto que aborrecía la monotonía que le consumía. Era un plan ideal, quedarse en su soledad y apreciarla porque aunque estaba acostumbrada a sentirse así, realmente nunca lo estaba.
Sus tacones resonaron contra el pavimento cuándo una voz ronca le detuvo. Primero pensó que sería un paparazzi, o algún reportero dispuesto a exprimir un poco más de información que no daría hasta que su cabeza volteó y se encontró con el hombre más bello que alguna vez haya tenido enfrente de sus narices: cabello rubio cuidadosamente cortado. Una camisa Ralph Lauren que abrazaba de manera deliciosa su cuerpo, se atrevería a decir que parecía tonificado. Pantalones café, un cinturón de cuero sosteniéndolos. Su mirada viajó desde sus zapatos hasta... la piel pálida de su rostro, rostro que estaba adornado de unos preciosos ojos azules, inclusive oceánicos — sus labios, Dios, los labios. Eran de un rosa bonito, parecían brillar por la saliva que había esparcido sobre ellos antes de hablar. Lucía mayor, pero no quitaba el hecho de que era como un modelo sacado de una revista, cómo las que solía robar de su madre para leer antes de irse a dormir.
Se quedó tan inmersa en la imagen que olvidó que el hombre estaba cambiando sus expresiones, hablándole de nuevo.
"¿Hola?"
Sacudió su cabeza, parpadeando con un ligero tinte de ansiedad, vergüenza también. "¿Perdón?"
Murmuró su nombre. Su voz era ronca pero suave, tan suave cómo la miel. Podría derretirse por la manera en la que pronunciaba su nombre, cómo si lo estuviera saboreando e intentando engullirse con él. El hombre dio unos pasos, acercándose a ella mientras sostenía un cigarrillo entre sus dedos. Uno mentolado, su nariz lo identificó con facilidad. "Eres actriz, ¿no es así? Creo haberte visto en algún lado, si no es que ya nos conocíamos antes, si tengo buena memoria."
Tragó saliva. ¿Este hombre la conocía? No pudo evitar hundirse en una sensación de alerta. Era una mujer sola, cerca de un callejón oscuro y lejos de ser escuchada por las personas dentro de la fiesta. Probablemente cualquier tipo de pedido de auxilio sería ahogado por la terrible música que sonaba a través de las bocinas.
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DIET PEPSI͏ ͏ ͏ ͏ ─ ͏ ͏ ͏ ͏ART DONALDSON.
RomanceTerminar en el auto de un tenista retirado no era cómo su noche debía de ir. Two-shots. Los personajes mencionados no me pertenecen, la trama sí. Portada: "Diet Pepsi", Addison Rae.
when we drive in your car, i'm your baby.
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