I

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"Cállate." Reí dándole un golpe en el brazo.

"Lo digo en serio, pagan muy bien a las strippers." Aseguró Maya.

"Maya, cariño, quiero un trabajo normal." Me quejé, cerrando mi ordenador "Pero déjalo, lo intentaré mañana." Suspiré y caminé hacia el sofá, tirándome en él.

"Stel, tengo que irme, ya es tarde." Murmuró mirando su móvil y yo hice un puchero.

"Pero vuelve mañana y así me ayudas a buscae trabajo." Pedí y ella asintió con la cabeza, haciéndome sonreír.

"Bye." Se despidió, caminando hacia la puerta.

"Bye." Contesté sin levantarme del sofá y ella se fue.

Estaba agotada. Me había pasado el día dejando currículums en todos los sitios posibles de la ciudad.

Decidí irme a mi habitación porque sabía que si me quedaba en el sofá, me quedaría dormida ahí.

Estaba subiendo las escaleras cuando escuché la puerta de casa abrirse.

"Cariño, ¿sigues despierta? Son las tres de la mañana." Preguntó mi padre cuando me giré.

"He estado buscando trabajo." Murmuré acercándome a él y él dejó su chaqueta en el perchero de la entrada.

"Cariño, no te lo tomes tan a pecho, tienes que descansar también." Me recordó.

"Lo sé, pero tengo 21 años, no estoy estudiando y no puedo quedarme todo el día en casa vagueando." Le recordé yo y él se puso otra chaqueta.

"Todo saldrá bien, ¿vale?" Prometió "Yo me tengo que ir otra vez, lo siento, tengo que volver a la comisaría a llevar unas cosas." Dijo cogiendo unos papeles del mueble del pasillo.

"Vale." Murmuré.

"Stella." Lo escuché cuando me di la vuelta, dispuesta a subir las escaleras.

"¿Mh?" Me paré.

"Descansa." Contestó y yo suspiré.

"Buenas noches, papá." Murmuré y subí las escaleras.

Al llegar a mi habitación, sin siquiera cambiarme, cerré la puerta, apagué la luz y me tiré en la cama, esperando poder quedarme dormida pronto. Pero no fue así.

Quizá mi padre tenía razón, a lo mejor me estoy obsesionando con encontrar trabajo y estoy dejando de lado todo lo demás.

Un ruido que venía de la ventana me devolvió a la realidad y fruncí el ceño, sentándome en la cama.

¿Qué coño ha sido eso?

Entrecerré los ojos para mirar mejor y me quedé paralizada cuando vi a alguien entrando por mi ventana y quedándose delante de mí cruzado de brazos.

Esos ojos. Ese pelo. Esos tatuajes. Esa sonrisa de lado que decía "te voy a empotrar contra la pared".

"¿Me echabas de menos?" Michael sonrió.

don't watch that video III // michael cliffordWhere stories live. Discover now