Capítulo 2.

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-¿Qué propuesta es esa que me interesaría tanto? -Pregunté cuando me senté frente a ese hombre trajeado. 

El hombre sonrió. 

-La calle es un asco, y usted lo sabe bien teniendo en cuenta que es una asesina. -Agaché la mirada. -Pero la cárcel lo es mas. Y estoy segurísimo que lo que mas desea usted en el mundo es salir de aquí. 

-¿Cual es esa propuesta? 

-Vamos a ver, Alisson, ¿Puedo llamarte Alisson? -Asentí. -¿Te suena el nombre de Michael Peker, Luke Harrison y Andrew Smok? 

-Si, eran amigos.

-Pues estoy segurísimo de que, cuando salgas de la cárcel, ellos te recibirán con los brazos abiertos. -Entrelaza sus manos y sonríe, inclinándose para mirarme mejor. -Tú quieres salir de aquí y estar con tu hija, y yo necesito una infiltrada que me mantenga al tanto de todo lo que pasa y que no sospechen de ella. Si aceptas, en menos de una semana estarás fuera. Si no, aun te quedan doce años aquí dentro. 

No me lo pensé demasiado tiempo. Le miré a los ojos y le dije: 

-Haré lo que sea para salir de aquí. 

-Perfecto. -Sonrió. -Beatriz, la pareja del señor Peker y una de tus mejores amigas vendrá a recogerte a petición tuya. No se negará, te tiene demasiado aprecio como para decir que no. Te quedarás con ella, por la sencilla razón de que no quieres estar con tu madre y tampoco con tu suegra. Tu hija no podrá vivir contigo, pero la puedes ver siempre que quieras. Tu único trabajo es adentrarte en el negocio de Peker y compañía, sin mancharte las manos e informándome de todo lo que pase. 

-¿Y se puede saber en qué mierda están metidos para tener que infiltrarme? -El hombre trajeado rió. 

-Como si no lo supieras. -Levantó la mano mirando al espejo opaco desde donde podían vernos. Minutos después entró Parrish. -Jordan Parrish será tu compañero. Les dirás a todos que os conocéis por haber coincidido en una celda de aislamiento, como sabes esta cárcel es mixta en dos edificios y aislamiento está unido. Les dirás, si es que preguntan, que Jordan se reinsertó hace seis meses, y que, por supuesto, su nombre no es Jordan Parrish, si no Mark Brown. ¿De acuerdo? 

-¿Mark Brown no es un cantante? -Pregunté con el ceño fruncido. 

-¿Solo te has enterado de esa parte? -Sonrió. -Vuelve a tu celda. 

Parrish, que estaba al corriente de la conversación, me obligó a levantarme de la silla y me dirigió a la celda. 

-Nos vemos en una semana, Cooper. 

*******************

Una semana mas tarde

-¡Ay, niña, que te vas de aquí, alégrate! -Me dijo Sole mientras doblaba las sábanas para llevarla a la lavandería. 

-Si, Sole, voy a salir de aquí, a ver a mi hija. Pero, ¿a qué precio? Otra vez metida en un follón con mis antiguos amigos y, además, sin él. 

Sole hizo una mueca de lástima y se sentó a mi lado. 

-Ali, han pasado tres años y el muchacho no va a volver. Tú ya has sufrido bastante y tienes la oportunidad de salir de aquí. Cuando cumplas con tu obligación, serás del todo libre y conocerás a un buen muchacho que te quiera y te respete. 

-Sole, yo no me enamoraré de nuevo. 

-¡Claro que si, eres muy joven para decir eso! 

-No, Sole, llevo doce años enamorada del mismo hombre. -Negué con la cabeza. -Y ya no quiero volver a enamorarme. 

Echó su brazo por encima de mis hombros. 

-Esto ya es una cárcel, tu cuerpo está encerrado aquí dentro por poco tiempo, no hagas que tu cabecita y tu corazoncito también estén encerrados, hija. 

-Sole, ¿puedo hacerte una pregunta?. -Ella asintió. -¿Cuánto dolor aguanta un corazón? 

Ella sonrió. 

-No demasiado, hija, por eso el tuyo está roto. -Le sonreí de vuelta. 

Iba a echar de menos sus consejos, y me dolía mucho tener que dejarla aquí sola, aunque sabía que ella sabía cuidarse. 

-Qué ganas tengo de ver a mi hija. -Susurré. Una sonrisa se escapó de los labios de Sole. -Me ha tenido que echar mucho de menos. 

-Estoy segura de que eso es así. 

-Te veo cuando salgas Sole, cuídate. 

-Yo ya me muero aquí dentro hija, cuídate tu que lo mereces con mas intensidad. 

Compartimos una cariñosa mirada por unos segundos y luego nos fundimos en un abrazo. Definitivamente la echaría mucho de menos. Ella era como una madre para mi. 

-Cooper. -Observé como Parrish abría la puerta de mi celda. Iba vestido de paisano y eso le hacía parecer mas joven (aunque tampoco fuese demasiado mayor). -Tenemos que irnos. 

Sonreí y asentí. Aun no sabía si estaba lista para enfrentarme a la luz del sol, al sabor del agua salada, a un buen trozo de chocolate, a un sofá y una gran estufa, a tomarme una cerveza en la barra de un bar. Aun no sabía si estaba lista para enfrentarme a una vida sin él. 

De lo que si estaba segura, era de que estaba lista y preparada para ver a mi hija. 

Anduvimos fuera y después de pasar una serie de reconocimientos de actitud me dejaron libre. Libre. Jamás había sentido tanto esa palabra. Era uno de los días mas tristes de mi vida, como la muerte de Mich, la de mi padre, el día de mi boda, el día que murió Tayler, y cuando me metieron aquí dentro. Mi lista va aumentando. 

Claro que es un día de los mas tristes de mi vida, ¿qué voy a hacer si al ver la luz del sol no puedo rozar su mano? ¿Qué es la libertad sin él?. Es cierto que voy a ver a mi hija, y que debo estar feliz por ello, pero, ¿cómo voy a mirarla a la cara sin que se me caiga la cara de vergüenza? 

Caminé hacia la puerta de hierro que se iba abriendo a medida que avanzaba. Podía sentir como se iba aclarando el día cuanto mas cerca estaba de salir. 

-¡Ali! -En cuanto crucé la puerta, Triz, Laura y Diana se me echaron encima y me abrazaron fuertemente. -¡al fin has salido tía! te hemos echado de menos, ¿no has recibido nuestras cartas?

-No, a veces se pierden en el trayecto. -mentí

Claro que las había recibido, pero ni si quiera me había dignado a leerlas. No para leer lo típico de "te echamos de menos", "ojala vuelvas pronto", "te queremos y estamos todos contigo". 

Mentira. No todos están conmigo. Tayler no estaba.

-Volvamos a casa, está todo tal y como lo dejaste. 

-No estará él esperándome, no me mientas.

-Ali, pasa página de una vez, ha pasado mucho tiempo y creo que debes darte una oportunidad de ser feliz. 

Igual tenía razón, igual yo debía pasar la página de una vez y rehacer mi vida. Suspiré y no volví a hablar en todo el camino. Mi misión era muy clara. 

Mi única debilidad era Tayler, y él ya no estaba. Esos años encerrada me habían convertido en una persona fría y eso era lo idóneo para mi. 

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2016 ⏰

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Without you (#3 DJM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora