08 | Aussie, Aussie, Aussie!

Comenzar desde el principio
                                        

Fue una sorpresa encontrarme con mi padre al salir del aeropuerto de Melbourne.

No esperaba que alguien fuera a recogerme al aeropuerto, mucho menos que fuera mi padre. Por un momento pensé que era una broma, o que incluso estaba alucinando.

Hasta que alzo su mirada y me miro, en su rostro se reflejó la alegría mientras caminaba rápidamente para ir a darme un abrazo que tuve que corresponder de una forma algo incomoda. ¿Cómo se suponía que debía de reaccionar?

—Estaba empezando a creer que no vendrías —fue lo primero que dijo cuando se separó de mí. Ni siquiera un "Hola hijo, perdón por no haberte dicho nada estos días".

Tuve que prepararme para no reclamar y fingir una sonrisa.

—Ah si, ya sabes como son las aerolíneas —dije y era justo lo que mi padre quería escuchar, ya que eso le saco un par de risas mientras juntos empezábamos a caminar hacia el automóvil que nos llevaría al hotel.

Cosa que, nuevamente fue incorrecta, ya que mi padre decidió que era una buena idea recuperar el tiempo perdido con su hijo y me llevo hacia un restaurante en Melbourne del cual presumía maravillas de su comida.

Termino por arrastrarme a un restaurante de comida italiana que estaba cerca del Albert Park, desde que entramos empezaron a tratar a mi padre como si de un rey se trataba. Nos dieron una mesa lo más alejado posible de toda la demás gente y donde pudiéramos estar cómodos.

También se nos llevó aperitivos para ir empezando a comer, los cuales fueron llamados como cortesía de la casa por parte del chico que nos estaba atendiendo. Poco despues se nos acerco el mismo chico para preguntarnos si ya sabíamos lo que íbamos a ordenar.

Mi padre ordeno un Caprese y yo un simple espagueti a la boloñesa, nos retiraron las cartas y nos comentaron que nos llevarían la comida en un momento más.

—Así que, dime, hijo —empezó a hablar mi padre para poder captar mi atención mientras yo estaba algo distraído observando la estética del restaurante—. ¿Te has divertido trabajando estos días?

Yo sabia que no lo decía con el animo de causarme una molestia, pero él sabia que ese deporte no era de mi agrado en lo absoluto.

—Podría decirse, al menos me permite viajar y conocer el mundo —fue lo único bueno que pude comentar mientras deseaba que la comida llegara para así no tener que seguir tocando el tema.

—Vaya que lo es, aunque hay muchos destinos que tu podrás ver que no estaban en el calendario cuando yo era piloto —respondió mientras tomaba uno de los bocadillos que nos habían llevado. ¿Qué de bueno tenía eso?

—Creo que así lo es —fue lo ultimo que pude decir ya que despues de eso, mi padre empezó a contar cosas acerca del trabajo, también empezó a repetir las mismas historias que me decía cuando íbamos a Australia sobre cuando era piloto de Red Bull.

Fue interrumpido por el mesero quien traía la comida mientras me contaba de como se había sentido cuando en Turquía surgió la famosa orden Multi 21 en su equipo. Al menos tenia que admitir que la comida si estaba buena, disfrute ese rato, aunque sea por solo unos minutos.

Al terminar, nos llevaron la cuenta, la cual pago mi padre y el gerente del staff le llevo un postre que termino regalándome y me comí mientras el se levantaba para ir y tomarse una foto con el gerente.

Siempre era así, a veces odiaba que mi padre fuera tan famoso, porque yo siempre quedaba relegado a un segundo plano mientras él hacia esas cosas de persona importante.

Ojalá algún día pueda quejarme de todos esos comportamientos que no me gustaban.

Ojalá algún día ser igual de famoso que él para poder saber que era lo que se sentía.

;; broadcast ; oscar piastriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora