×~|•|~Leatherface~|•|~×

~|•|~Cap 10~|•|~

Hoy fue un poco diferente. Había pasado aproximadamente una semana desde que los visitantes pasaron por la ciudad, y para entonces los cinco ya estaban atendidos. Apenas habías comido porque no podías soportar la carne fresca, y como te excusaste para vomitar esa primera cena después de haber tenido invitados, el resto de la familia te había estado menospreciando. Mamá estaba triste por ti, y Monty se mostraba indiferente cuando no estaba directamente decepcionado contigo. Pero Hoyt estaba vengativo y enojado. Pensó que le estabas dando la espalda a la familia, juzgándolos, actuando "altiva y poderosa" y, lo peor de todo, arriesgando la seguridad de tu familia. Te atraparon dejando las cerraduras sueltas en los grilletes de los dos sobrevivientes, y casi escaparon por el sótano antes de que Hoyt los atrapara a ambos en el maizal y finalmente los matara a tiros.

Juraste que fue un accidente. Hoyt pensó lo contrario. Te habría matado en ese mismo momento si Tommy no hubiera intervenido, e incluso entonces el aire en la casa se había vuelto tenso desde entonces, ya que el tío Hoyt exigió que fueras castigado como correspondía por tus pecados.

Por eso te habían arrastrado con Tommy para acompañarlo al matadero. Al final del día, Hoyt quería una disculpa apropiada, una en forma de un miembro ensangrentado, un órgano o tal vez solo tu cabeza en una bandeja como compensación por traicionar a tu familia . Y lo peor de todo, quería que Tommy fuera el que lo hiciera, que decidiera cuál sería el precio justo que tú pagaras. Para "tener agallas y ser un hombre", como lo expresó tan delicadamente Hoyt.

Pero desde la mañana, se había dedicado a cortar carne. Tommy ni siquiera te había mirado durante todo el tiempo que estuviste aquí, ni siquiera durante el camino que recorriste hasta aquí. Te había levantado por debajo de los brazos y te había sentado en la mesa que había detrás de él, y luego te había dado la espalda mientras golpeaba con su hacha los montones y montones de carne chorreante. A veces se daba la vuelta y te daba trozos para que los envolvieras en papel de carnicero, pero la mayor parte del tiempo no mostraba ningún interés en la tarea para la que lo habían enviado aquí. De alguna manera, eso solo lo empeoraba todo; te sentías al borde de estallar por el terror ansioso que tensaba todos tus músculos, preguntándote qué demonios te haría Tommy antes de que terminara el día. ¿Estaba simplemente postergando algo? Porque si regresaba a casa sin nada que mostrar, no te salvaría al final; solo empeoraría las cosas para ambos cuando él también fuera castigado.

—Tommy —te mordiste el labio inferior. Él dejó caer la hoja sobre el tajo con un ruido sordo . Con el hueso separado, un chapoteo golpeó tus oídos mientras él separaba las secciones y arrastraba otro trozo para cortarlo—. Lo siento.

Thunk . Ni siquiera una mirada rápida por encima del hombro. Y era difícil saber si estaba enojado cuando ni siquiera te miraba.

“No quería meterte en problemas…”

Golpe fuerte.

“Simplemente tenía miedo.”

¡Golpe! ¡Golpe! ¡Golpe!

"Tommy-"

La lenta escalada de sus cortes medidos finalmente culminó en un estruendo estrepitoso, su cuchillo golpeó la mesa empapada antes de que se diera la vuelta para mirarte de frente. La sangre estropeó la ropa que habías sacado del tendedero para él esa mañana, el delantal resbaladizo y pegajoso con vísceras como casi siempre estaba. El sudor le corría por los brazos y el pecho peludo y se perlaba en su frente densa. Cada centímetro de él estaba sucio, y sin embargo no te encogiste cuando cerró la distancia entre ustedes y se acercó angustiosamente. El hedor a sangre y carne se desprendía de él a apenas una pulgada de distancia. Sus caderas se deslizaron entre tus rodillas mientras te sentabas en el borde de la encimera, manteniendo el espacio personal lejos de su mente cuando agarró tus brazos y los empequeñeció bajo sus enormes dedos. Cada respiración se agitaba debajo de su máscara como tragar una burbuja, lista para estallar.