11- El Exorcismo de Justin

Magsimula sa umpisa
                                    

Bueno como digo Connorprostitutovendeculos es capaz de cualquier cosa hasta acusarle a mi mama de que llegue tarde y menos que menos con un muchacho ¿Porque? Tengo una madre demasiado sobre-protectora con su hija. Antes era un poco con Justin pero el enseguida fue libre de su "sobre-protección-afixiable" así es como la suelo llamar, a lo que es verdad. Lo que quiero decir en ciertas palabras es que si soy acusada por el degenerado es muy probable que mi castigo se extienda hasta que sea una vieja soltera llena de gatos a mi alrededor. Y lo que mas deseo es que una vez por su vida Connor haga algo que salvara mi trasero, literal.

-¿C-como sabes eso?- tartamudeo. El lo primero que hace es reírse de mi nerviosismo

-Yo se todo- no aguanto mas su arrogancia. A tal punto que si la única forma de sacársela es algo indignarte lo haría. Y es ahí donde se me ocurre una nueva broma...dios cabezita por lo menos para eso si servís. Lo que si me gustaría es que me sirvieras en este momento.
-Apenas sabes multiplicar, menos sabrás con quien me escape hoy- mi voz ya se esta tranquilizando y mi cuerpo ya se acostumbra a esta clases de situaciones. Del fondo de su garganta sale una gran risa rasposa. Con solo escucharla una leve corriente de aire frió recorre toda mi espalda, asustándome
- Tengo mas experiencia de vida que tu en años- su voz se vuelve a la normalidad y me observa atentamente el rostro esperando alguna reacción o respuesta coherente de mi parte.
- Sé que no sabes nada que decir porque ves que tengo razón niña- escucho su voz nuevamente después de un eterno minuto de silencio- No tenes razón en nada de lo que dijiste- hice una pausada mirándolo arrogante. Tome ambas manos que están en mis caderas- Como tampoco tenes razón acerca de poner unas estúpidas reglas como esa- saque sus manos y el se corrió para cederme el paso. Pero ¿Saben que es lo peor de todo? Que no doy ni siquiera dos pasos y ya lo tengo encima mio de nuevo- No voy a dejar que te vayas, no sin antes darme un beso- acerca su rostro mas al mio y su mano derecha se dirige a un costado de mi nuca, mientras que la otra queda en mi cintura- Aléjate de mi Connor- mis manos pasan a sus musculosos brazos para sacarlo de mi camino. Nada. NADA. Yo hago presión para sacarlo pero el no mueve ni un dedo. Mierda. Mas problemas. Estaba a punto de recibir mi primer beso con esa cosa. Realmente no pensé que seria con este, yo quería algo no se, mejor, tal vez. Pero siempre habrá momentos y oportunidades en la vida y es ahí cuando llega mi mas plena oportunidad de escape. Siento como se abre la puerta con todo y lo primero que veo es a Justin babosearse con una rubia con el uniforme del instituto. Me quedo boquiabierta viendo como no notan nuestra presencia y sigue su camino despojándose de sus prendas y yendo directo al cuarto. Justin estrena su nuevo cuarto. Ya no me sorprende si un día aparece con mil crios juntos.

Observo el panorama y veo la mas precisa oportunidad para escapar de sus garras, ya que, el esta lo suficiente entretenido mirando como aquellos ninfomanos se devoran a besos. Rápidamente lo empujo a un costado y voy corriendo al comedor. La otra vez vi un escondite que parece difícil de encontrar. Era una puerta bastante chiquita, de color beige algo alejada de la mesa y sillas. La abro y me meto llevando mis rodillas a mi pecho haciéndome mas pequeñita. Apoyo mi oreja a la puerta intentado escuchar algún movimiento de afuera. Hasta que por fin lo escucho. Viene corriendo hasta la cocina. Sus pasos cesan, son mas lentos y sigilosos como si estuviera cazando a su presa. Es muy obvio darse cuenta que el es el cazador y yo soy su presa. Sus pasos cada vez se escuchan mas de cerca. Tapo mi boca con mis manos para evitar que se escuche mi respiración. Pero es imposible cuando siento su presencia detrás de la puerta. Hice la señal de la cruz y junte valor suficiente para abrir la puerta con fuerza y salir corriendo de ahí. Miro hacia a tras y veo como su labio inferior sangra. Niega con la cabeza burlón y una sonrisa maliciosa se implanta en su rostro. Da un par de pasos hacia mi y se detiene. Ambos llevamos nuestras miradas al techo y vemos como la lampara- araña se mueve ferozmente. Jusin y su perra. Típico. En la casa anterior donde vivíamos esto sucedía todo el tiempo, lo cual no me extraña que acá también lo mismo.

Guerra De HermanastrosTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon