Capítulo 2

366 43 17
                                    

RAPUNZEL POV

Desperté, sintiendo un gran peso sobre mi garganta, algo que no me dejaba respirar y a medida que mis ojos se iban acostumbrando a la luz, ese peso iba disipándose. Pero entonces vi algo horrible; mi habitación estaba encendida en llamas. Solté un grito y me puse de pie sobre mi cama. El fuego iba extendiéndose por toda la pieza y lo único que quedaba libre de las llamas era la cama y algo de suelo, pero pronto todo quedaría sumergido.

-Nada quedará en pie.

Una voz masculina habló, sin embargo nadie estaba conmigo. Miré aterrorizada a todos lados e incluso mi ventana estaba cubierta por el fuego.

-¡Ayudame!-No sé por qué le grité a esa voz que antes había hablado, pero tenía la esperanza de que me diera una ayudita. Pero en cambio, lo único que recibí fueron las llamas, que comenzaron a subir por un costado de mi cama. Sin pensarlo dos veces, y con las lagrimas rodando por mis mejillas, salté al suelo, salté al fuego. Este no tardó en envolverme y el horrible dolor que sentía era cada vez más insoportable. Mis gritos y llantos cruzaban la habitación, sin embargo nadie venía ayudarme.

Mi visión comenzó a tornarse borrosa y mientras sentía como mi alma poco a poco iba separándose de mi cuerpo, oí la misma voz hablar:

-Ni siquiera su hija vivirá.

Desperté agitada, jadeando con fuerza mientras la transpiración corría por mi piel. Esa pesadilla había sido tan real, que sentía mi cuerpo aún arder.

-Rapunzel ¿Estás bien?-Pegué un saltito sorprendida y fijé mi vista en la puerta de mi habitación; mi mamá estaba en el umbral, mirándome con preocupación.- ¿Estás bien?-Volvió a preguntar.-Escuché como te quejabas.

-Sí sí.-Sonreí.-Solo estaba soñando

Mi madre sonrió y antes de irse, dijo:

-Apurate, el desayuno ya está en la mesa.

Me levanté de la cama y me desperecé, sintiendo un gran alivio al sentir el suelo frío bajo mis pies. Me acerqué a mi guardarropa y tomé un simple vestido color rosa y violeta, que mi mamá había terminado de coser ayer. Me lo puse y me observé delante del espejo, dando un par de vueltitas para lucirlo mejor ¡En serio que me encantaba! Luego fijé mi vista en mi larguísimo cabello rubio, desparramado por toda la habitación. Tomé mi cepillo del tocador y comencé a pasarlo por mi pelo. Era una tarea larga y pesada, y había que tener mucha paciencia para llevarla a cabo.

-¡Rapunzel, se te enfriará el desayuno!-Oí a mamá gritar desde abajo y al instante dejé el cepillo.

-¡Ya voy, madre!-Exclamé mientras salía de mi pieza y bajaba por las escaleras.

En la mesa de la cocina, mi desayuno estaba listo; una taza con leche humeante y unas rebanadas de tarta de moras.

-Mm huele delicioso, mamá.-Dije mientras me sentaba.

-Espero que te guste.-Sonrió ella.-Y apurate, que tengo que irme a trabajar.-Dicho eso salió de la cocina.

Tomé mi desayuno con deleite, disfrutando el sabor de la leche caliente y el de las moras. Cuando terminé, corrí hacia donde estaba mi madre, que me esperaba junto a la ventana, ya con su capa de viaje puesta.

-¿Estás lista?-Preguntó ella. Asentí con rapidez y colgué mi cabello en la ventana, dando a mi madre la facilidad de bajar a tierra. Ella se colgó de mi pelo, e ignorando el dolor a mis raíces por la fuerza que provocaba, la bajé cuidadosamente. Cuando por fin tocó tierra, me despidió con un gesto de la mano y se internó en las sombras de unas grandes rocas, donde estaba la salida al bosque.

The Daughter Of Sun (Jackunzel)Where stories live. Discover now