mi pasado

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Yo y María Victoria llevamos 6 meses de novias, yo ahora era un poco mas reconocida musicalmente hablando, mientras que Victoria cada dia crecía más...
Ahora vivíamos todos juntos en la casa de 1K, solo que a diferencia de antes ya no tenía habitación propia, ahora la compartía con Vicky.

Julieta se apareció hace 2 meses en una fiesta privada, discutimos y se la acabaron llevando a hombros uno de los seguratas.

Desde fuera todo parecía estar perfectamente, parecíamos la pareja ideal, perfecta, una pareja ireal diría yo.
Pero no todo era color rosa, Vicky no sabía nada de mí pasada, tan solo que mi ex me maltrataba y eso lo había escuchado por arriba, jamás me había sentado a hablar con ella sobre nada de aquello.
Ella no sabía porque no hablaba de mis padres, ni porque me había ido a Miami con 16 años, no sabía lo que me había pasado allí en ese tiempo, ni lo que realmente había vivido con Julieta.
Eso hacía que discutiéramos muy seguido, ella por frustración al no saber el porqué de mis comportamientos y yo por tristeza al saber que ella sufría por mi, aún sin saber nada.
Yo nunca fui una persona muy fuerte, jamás, siempre fui la oveja débil del rebaño, el corderito solo en mitad del monte, nunca había puesto un punto y final a nada, siempre haciendo lo que me decían, lo que me ordenaban.
Lo único que había hecho bien en esta vida era haberle dado una oportunidad a María Victoria y como siguiese así, la perderia...

-Vicky, para -hable al sentir como la chica ataba mis muñecas al cabecero de la cama-

-que pasa? -pregunto la chica confundida, hace minutos había acsedido a aquello-

-sueltame por favor -hable casi en llanto-

No solía interrumpir prácticas sexuales, de hecho con María Victoria siempre era divertido, pero al sentir aquellas esposas en mi muñeca, aquel flashback llegó a mi cabeza y se fue el aire de mis pulmones.

La chica me desató y en ese instante la quité de ensima de mi, algo bruca pero sin hacerle daño.
Me ahogaba...

Estaba desnuda, pero aún así el oxígeno me faltaba y sin pensarlo una vez agarre una sábana, me tape y salí al pequeño balcón.

Intentaba respirar, pero no podía, me estaba dando otro ataque de pánico.

-Hey baby respira -hablo Vicky poniendo la palma de su mano sobre mi pecho- vamos, respira

-no puedo -hable con dificultad-

Poco faltó para que me desmayará, gracias a Dios Vicky tiene muy buenos reflejos y agarro mi cuerpo a tiempo para no caer al suelo.

Desperté en la cama, tapada y con Vicky a mí lado, la chica me miraba con preocupación.

-estas bien? -pregunto la chica acariciando mi cabello-

-si, solo fue por el ataque de pánico -hable intentando tranquilizar a mi novia-

-Amalia tienes que contármelo -espeto ella mirando mis ojos-

Sus ojos estaban cristalizados, se notaba que había llorado y la preocupación se notaba en su mirada.

-lo se -hable tragando saliva para sentarme en la cama-

Vicky me pasó una de sus camisas, para yo a continuación ponérmela y así secar las lágrimas de mis mejillas, que salian aun sin decir nada.

-Solo quiero ayudarte Lia -hablo Vicky acariciando mi mejilla- pero necesito que abras tu corazón para poder curartelo

En ese instante, al escuchar las palabras de Vicky, al ver sus ojos llorosos, simplemente comencé a hablar, sabía que ella necesitaba saber esa parte oscura de mi pasado.

-Mi infancia fue muy bonita -hable con una sonrisa en mi rostro, recordando cuando era pequeña y todavía existía mi familia- soy hija única, así que siempre estaba con Sofía, Mariana y Mauro, haciendo el gamberro por cualquier la'o -hable para reir- pero Sofía se mató y yo no pude soportarlo -hable ya con lágrimas en mi ojos, mientras Vicky escuchaba atenta y acariciaba mis nudillos con las yemas de sus dedos- le dije a mama que era lesbiana y todo se fue a la mierda, siempre fueron de mente muy cerrada y supongo que el que a sus hija le gustaran las mujeres no pudieron aceptarlo -hable entre lagrimas de nuevo- me fui a Miami poco después, a un internado de monjas, ellas nos pegaban, nos mataban de hambre y a penas nos daban permiso para salir de aquel lugar. Allí conocí a Julieta, ella había entrado también obligada y me refugié en ella, en que ambas estábamos viviendo un infierno en aquel lugar -se me corto la voz, trague saliva y Vicky acaricio mi brazo, para así seguir- el padre Román venía todos los domingos a dar misa y el muy guarro -hable con rabia en mi voz- nos llevaba a la capilla, una por una -hable con rabia entre llantos-

Y por como me miró Victoria, ella ya sabía lo que nos hacía allí, supongo que era muy obvió.

-Si alguna quedaba preñada nos mandaban a abortar -hable casi en llanto- y si le decíamos a alguien nos amenazaban con torturarnos en el sótano del internado, bajo la iglesia.

En ese momento Victoria me abrazó, me abrazó fuerte y lloramos, lloramos ambas...

-Lo siento tanto mi vida -hablaba la platinada acariciando mi cabello- no tenía ni idea -comento entre llantos-

-vicky -hable separandome del abrazo, para secar mis lágrimas y agarrar las manos de la chica- esto no lo sabe ni siquiera Mariana -trague saliva y agache la cabeza, mirando nuestras manos unidas- pero después del tercer aborto a la fuerza me enteré de que estaba embarazada demasiado tarde y no pude sacarmelo -hable con el dolor de mi alma- Se llama Mateo -hable entre llantos, con una sonrisa- tiene 7 años

-Donde está? -pregunto Vicky preocupada-

-con mis padres -hable secando mis lágrimas- no lo veo desde que nació, jamás me dejaron buscarlo

-llevalos a juicio -hablo Vicky al instante- podemos pagar a un buen abogado, pide la custodia de nuevo

-En serio arias eso por mi? -pregunte mirándo a la a los ojos-

-es tu hijo Amalia, claro -hablo la chica con una media sonrisa en su rostro-

En ese instante la bese, como si no la hubiese besado hacia horas atrás, la abrace como si tuviese falta de su calor y lloré, lloré desconsolada mientras solo podía repetir gracias...

-gracias, gracias, gracias -repetia con dificultad mientras me aferraba al cuerpo de la chica-

Ella solo beso mi cuello y acaricio mi pelo hasta que tranquilice, para así mirarme y volver a hablar.

-pero tenemos que decirle a Mariana y Mauro

Yo tan solo asentí con mi cabeza, para así volver a abrazar a Vicky.

Ya lo sabía, aquello que me atormentaba y me ponía de mal humor, ya sabía porque estaba tan dolida con la vida, tan enfadada con el mundo, ella ya era consciente de aquello y por primera vez en meses había desnudado mi alma con María Victoria, hoy, después de aquello supe que no solo la quería, que la amaba y eso, eso era todo lo que me bastaba para volver a creer en el amor ...

赤い糸の伝説 (Young Miko) [TERMINADA]Where stories live. Discover now