UNA NOCHE EN LA QUE LA LUNA BRILLABA.

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Si pensamos en historias, lo primero que se nos pasa por la cabeza es 'érase una vez', pero esto no es una historia cualquiera, ya que todo empezó...

Una noche en la que la luna brillaba

Próximo estaba ya el Halloween en el instituto dulces sueños, conocido por tener las mejores fiestas de Halloween durante varios años seguidos y este año planteaban superarse, iba a ser la fiesta del siglo; disfraces, música y demás es decir sustos, y obviamente dulces.

Pero esto es solo el contexto, hablemos de las protagonistas, Andy, Ana, Carmen y Angi, todas ellas amaban el Halloween, todos los años se preparaban para bordarlo en la competencia de disfraces.

Una de las cosas divertidas de Halloween es que el instituto Muntaner, perteneciente al hermano del director de dulces sueños, se unía a la gran celebración.

La mañana de Halloween avisaron en clase que esta tarde los teléfonos se los llevaría el director ya que no estaban permitidos en la fiesta.

Las chicas estuvieron pensando en sus disfraces todo el día, y quedaron en el acuerdo de ir a casa de Andy a prepararse para el evento. Los minutos parecían horas y todo el instituto estaba ansioso por que la hora de salir llegase. Cuando por fin el timbre sonó indicando la salida, las chicas se dirigieron hacia casa de Andy.

Unas horas más tarde, sobre las 8.30, si mal no recuerdo, las chicas salían hacia el instituto caminando por un hermoso boulevard arropado por las hojas secas que ya hacían caídas en el suelo. Y en esa hermosa noche estrellada destacaba una gran luna brillante.

Ya en la entrada del instituto, como ya se había advertido, confiscaron los móviles a todos los alumnos, y al pasar, wow, era todo increíble. La gran sala estaba decorada muy bonita, y el ambiente era muy animado gracias a la música.

Las chicas pasaron un buen rato disfrutando de la fiesta, saludando a amigos del Muntaner e intercambiando dulces.

Una hora más tarde llegó la hora del gran pasadizo del terror, una de las tradiciones de Halloween en Dulces sueños.

-¿Chicas vamos a ir al pasadizo del terror?-mencionó Angi a sus compañeras.

-Yo iré al baño, ir yendo, luego os alcanzo- dijo Ana a las demás.

-¡Está bien, nos vemos!- contestaron ellas al unísono.

Las chicas se dirigieron hacia la entrada del pasadizo del terror, mientras Ana iba al baño.

Al salir del pasadizo del terror, después de haber recibido un par de sustos, todas estaban muy alegres ya que este año había sido mucho mejor que los anteriores. Aunque algo preocupaba a las chicas, Ana todavía no había regresado.

Angi propuso llamarla, pero... no tenían los teléfonos, así que supusieron que estaría arreglándose el maquillaje y por eso tardaba tanto. Las chicas decidieron ir a por algo de comer a la gran mesa de aperitivos, en lo que Ana regresaba, había toda clase de dulces y caramelos.

Tiempo después las chicas se percataron de que Ana no regresaba así que decidieron ir en su búsqueda. El pasillo que daba al baño estaba completamente vacío, todos estaban en la gran sala disfrutando del evento. No había ni un solo ruido, únicamente los pasos de las protas y el sonido ahogado de la música.

Ya más cerca del baño empezaron a oír un grifo abierto y aliviadas de que Ana estuviera ahí, sana y salva la llamaron. Pero... No todo es lo que parece, al llegar al baño y abrir la puerta, no vieron a Ana. No había nadie solo, ellas y el sonido del agua que transcurría debido al grifo todavía abierto.

Una noche en la que la luna brillaba.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant