Se necesitaba tanta agua para apagar tanto fuego,
y aún así no se pudo.Era el fuego más luminoso,
más poderoso,
más invencible que conocí.
Y ni un millón de mares podía apagarlo.Traté con agua dulce,
con agua salada.
Traté con ríos, lagunas y océanos.Pero una sola de tus llamas era más fuerte que yo.