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Después de un evento hermoso y de nuestra primera función de cine juntos decidimos salir sin quedarnos en las típicas fiestas que se hacen después de la premier. Jamás me había gustado quedarme a eso pero me sentía obligada por Manu, ahora solo estaba con Roberto y eso significaba que era libre de tomar mis propias decisiones 

—¿Tienes planes?.— pregunté mientras salíamos, ahí estaba mi chofer esperando para llevarme a mi casa 

—Cancelé todo por estar contigo.— avisó sonriendo un poco —¿Qué quieres hacer hoy?.— 

—Sé que ya es muy tarde pero quería invitarte a mi casa a cenar.— respondí —Sé que tener el antifaz debe ser incomodo pero esperaba que aceptaras, quería compensarte un poco lo que hiciste por mí hoy.— 

Escuché que soltó una leve risita y se acercó más para poner su mano sobre mi mejilla, por inercia sonreí al sentir lo cálido que se sentía su tacto 

—Para mí no es tarde, además ya hiciste suficiente.— dijo —Vi una película antes que los demás, tuve un asiento genial y hasta había gente que me traía todo lo que quería de la dulcería del cine, la mejor parte fue que todo era gratis.— 

Eso era cierto, lo había visto disfrutar de ese privilegio, tanto que incluso había pedido varios dulces para después guardárselos en los bolsillos de su smoking. Ese sin duda era como el robo más tierno que hubiera visto

—Igual me gustaría invitarte a mi casa.— insistí y pude sentir que alejó su mano de mi mejilla 

—¿Ya estás lista para que nuestra relación escale de esa manera?.— se burló y negué de inmediato —Pero está bien, tampoco es como que quiera negarme a tu invitación, yo te invité a comer tacos así que sería interesante ver que es lo que tú me invitas.— 

Tomé su mano y lo guie a donde seguía mi chofer esperando, él al vernos nos abrió la puerta de atrás del auto para que entráramos y cuando lo hicimos simplemente cerró. Después de pocos segundos también subió y arrancó el auto

—Por cierto, no me acostumbro a esto.— susurró y lo miré —¿Cómo es que tienes chofer? ¿No sabes manejar o que?.— 

—¿Por qué susurras?.— cuestioné riendo 

—Porque nos puede escuchar.— respondió en el mismo tono bajo, sabía que se refería a mi chofer así que seguí riendo —¿Qué te parece tan divertido?.— 

—Es como de mi familia, siempre guarda mis conversaciones en privado.— conté —De hecho es uno de mis confidentes.— 

Pude ver como el chofer me miró por el espejo retrovisor y me regaló una cálida sonrisa, así que correspondí aquel gesto

—Bueno.— bufó Roberto —Supongo que eso está bien aunque no me quedaré tranquilo.— 

Le di un leve codazo provocando que riera. Nos pasamos el resto del camino mirando por la ventana y dando algunos datos curiosos sobre lo que veíamos; como lo raro que se veía que esa noche estuvieran circulando más coches blancos o lo extraña que se veía la luna 

Llegamos a mi casa y Roberto ni siquiera esperó que mi chofer nos abriera la puerta, supongo que realmente no estaba acostumbrado a esto aunque para mí era lo más normal de este mundo. Me despedí de mi chofer indicándole que podría irse a su casa y cuando se fue simplemente guie a mi novio falso hasta la entrada de mi casa 

—Esto es gigantesco.— exclamó asombrado y lo miré confundida —Pero que chingón eh.— se recompuso

Abrí la puerta y entramos, aunque traía su antifaz pude notar que su mirada iba de un lado a otro, como si no supiera que mirar 

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 [Roberto Cein X Tú]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें