DETRÁS DE LA MÁSCARA

La calma después de la tormenta

Después de la explosión, todos estaban intentando recuperar la compostura, poco a poco cada uno iba levantándose.

Mikhail: ¿Que rayos fue eso?

Preguntó con confusión.

Narcissa: No tengo idea.

Después de unos instantes, todos ya se estaban reincorporando, comenzando a ver sus alrededores.

Sirius: ¿Qué carajo?

Rabastan: ¿Ese chiquillo hizo este desastre?

Radolphus: Los borró por completo.

Comentaron en estado de shock.

Henrietta: Mi pequeño, a esto se refería con sobreesforzarse, de verdad estaba muy precavido sobre este resultado.

Anastasia: Acaba de realizar un genocidio de escalas jamás vistas, esa clase de hechizo no lo podría conseguir ni siquiera con la energía de 10 magos poderosos sin morir en el intento.

Lucius: Es todo un prodigio, aunque noté el dolor en su expresión al verse obligado a acabar con todos ellos, pero de estar yo en su lugar, hubiera hecho lo mismo.

Mikhail: Recordemos que no eran buenas personas, el dolor de nuestro pueblo fue ignorado mientras ellos solo se reían, tu hijo tiene una gran voluntad Henrietta, tiene todo mi respeto y aprecio por lo que acaba de hacer.

Henrietta: Agradezco mucho que no lo juzguen, aún si fuera una acción precipitada o impulsiva, estaría de su lado hasta el final, me alegra que haya resultado, hahaha... eres todo un mago de primera clase hijo mío.

Rabastan: Me pregunto como estarán los niños en casa.

Anastasia/Narcissa: ¡Los niños!

Y como alma que lleva el diablo, ambas mujeres fueron corriendo precipitadamente hacia la mansión, preocupadas por la reacción que podrían haber tenido tanto Dimash como Draco al presenciar la explosión, con los demás siguiéndolas por detrás a un ritmo más tranquilo, excepto Lucius y Mikhail, quienes sabían que, de no acompañarlas, dormirían 1 mes en el sofá.

🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸

Al llegar a la mansión, las 2 mujeres preocupadas entraron inmediatamente, viendo que ambos chicos estaban jugando ajedrez mágico, tan relajados como uno espera verlos en un día normal.

Anastasia: Chicos, ¿Se encuentran bien?

Narcissa: ¿No se hicieron daño?

Ambos chicos se miraron extrañados, sin saber a qué se referían.

Draco: Estamos bien, hemos estado jugando desde que se fueron.

Dimash: ¿Por qué la pregunta?

Ambas mujeres no entendían porque no tenían ningún signo de alteración o miedo.

Lucius: ¿No sintieron la explosión?

Draco: Aaah eso, si lo sentimos, pero ya lo esperábamos.

Anastasia: ¿Ya lo esperaban?

Dimash: Harlett nos comentó sobre su desición, en caso de que el diálogo no fuera opción.

Draco: Está inconciente, ¿Cierto?

Ambas mujeres asintieron, viendo que coincidentemente, el resto ya estaba llegando, viendo al pequeño pelinegro de mechones blancos, inconciente en los brazos de su madre.

Henrietta: ¿Les dijo cuánto tiempo permanecería así?

Dimash: 1 semana aproximadamente, hasta entonces, nosotros debemos encargarnos de dar las buenas noticias.