Adán: ¿Hijo De Dios, O Del Demonio? © Primer Libro [Terminado]

¿es el fin de esta pesadilla? ¿o el inicio?

CAPITULO 16

llegué a el aeropuerto de mi ciudad, pero vi una persona espiando, muy peculiar podría decir; Esa situación sonaba intrigante. Decidí seguir a la persona peculiar que había visto en el aeropuerto de mi ciudad. Mientras me acercaba, noté que ella también se volvía más consciente de mi presencia y su comportamiento se volvía más evasivo. Era como si estuviera jugando un juego de escondite, pero con seriedad en sus movimientos.

Avanzamos por los pasillos del aeropuerto, y cada vez que creía estar cerca, ella encontraba una manera de escapar de mi vista. Era hábil en el arte de la evasión, y me dejó impresionado con su capacidad para moverse sin ser detectada por mucho tiempo.

A medida que continuaba persiguiéndola, me di cuenta de que esta persona no era una simple observadora curiosa. Había algo más detrás de su comportamiento esquivo y su habilidad para evadirme. Mis sentidos estaban en alerta máxima mientras intentaba descifrar quién era y por qué me estaba siguiendo.

Finalmente, después de varios intentos y movimientos estratégicos, logré acercarme lo suficiente como para captar una mirada furtiva de su rostro. Lo que vi me dejó perplejo. Era alguien que nunca esperé encontrar en ese lugar: un antiguo compañero de la escuela secundaria al que no veía desde hace años.

La sorpresa y la confusión se mezclaron mientras nos encontrábamos en medio del ajetreo del aeropuerto. ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Por qué me seguía de esa manera? Las preguntas llenaron mi mente mientras intentaba entender la situación.

Decidí acercarme y abordar la situación directamente. Nos saludamos y comenzamos a conversar, tratando de encontrar respuestas a las preguntas que habían surgido. Resultó que mi antiguo compañero había estado investigando sobre un tema relacionado con mi trabajo y se había cruzado conmigo de manera fortuita en el aeropuerto.

Nos reímos de la extraña coincidencia y compartimos historias sobre lo que habíamos estado haciendo en los años transcurridos desde nuestra última reunión. Fue un reencuentro inesperado pero agradable, y nos despedimos con una sensación de conexión renovada y la promesa de mantenernos en contacto.

Al final, lo que comenzó como una situación misteriosa y un tanto intimidante se transformó en un encuentro reconfortante y significativo. Aprendí que las apariencias pueden ser engañosas y que a veces las situaciones más extrañas pueden llevar a conexiones humanas genuinas y valiosas.

pero me dijo algo muy peculiar—: corre.
—¿Por que?
—viene a por ti Masón, ¡corre!

Su advertencia repentina hizo que mi corazón se acelerara. ¿Masón? ¿Cómo podría saber ella sobre Masón y por qué me estaba advirtiendo de su llegada? Las preguntas se agolparon en mi mente mientras trataba de procesar la información y decidir cómo actuar.

Sin detenerme a cuestionar más, decidí seguir su consejo y comencé a correr a través de los pasillos abarrotados del aeropuerto. Cada paso que daba aumentaba mi ansiedad y mi urgencia por escapar de lo que parecía ser un peligro inminente.

Mientras corría, buscaba cualquier indicio de la presencia de Masón o cualquier señal de peligro que confirmara las palabras de mi antiguo compañero de escuela. Las miradas nerviosas de las personas a mi alrededor y el bullicio repentino en el aeropuerto alimentaron mis temores y mi determinación de escapar.

Logré llegar a un área menos concurrida y tomé un momento para recuperar el aliento y evaluar la situación. ¿Por qué Masón estaría persiguiéndome ahora? ¿Qué había hecho para atraer su atención de esta manera? Las respuestas eran elusivas y mi mente estaba llena de preguntas sin respuesta.

Decidí contactar a Zara, mi aliada en esta lucha contra el Proyecto World, para informarle sobre la advertencia de mi antiguo compañero y la posibilidad de que Masón estuviera cerca. Juntos habíamos enfrentado muchos desafíos, y confiaba en su habilidad para ayudarme a navegar esta nueva amenaza.