02 | Verdades a medias

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Tenía razón

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Tenía razón. La clase de "educación sexual" que Woodsy y Josephine nos habían dado, había sido terrible y la peor clase por existir; pero al menos intentaban hacer algo. Aunque, lamentablemente, habían más personas intentando hacer algo. Según lo que Anthony se hallaba explicándome, hoy habría algún tipo de fiesta en el cementerio, donde ningún padre pudiera entrometerse. En mi opinión es algo tonto, pero no es la primera vez que se hace algo así. Era como una tradición de cada año, pero sospecho que ésta vez se hará con más frecuencia teniendo en cuenta que Woodsy prohibió las fiestas y eventos en la zona.

―Vamos, Clari, tienes que venir ―insistió Anthony nuevamente―. ¡Será divertido!

―No puedo, Ant ―negué frenéticamente con mi cabeza mientras intentaba crear alguna excusa tonta en mi cabeza―. ¡Les dije a Darren y Quinni que saldría con ellos!

―¿De qué estás hablando?, ¿Desde cuándo eres amiga de Darren y Quinni?

―Desde hoy, ¡adiós! ―dije, bajando del auto y comenzando a caminar en la otra dirección.

Segundos después, volví a correr hacia el auto y Anthony bajó la ventanilla, viéndome con una sonrisa. ―¡Iré sola a casa, no te preocupes! ―grité mientras recuperaba el aire perdido.

Comencé a caminar hacia Dios sabe dónde y saqué mi teléfono para enviarle un mensaje a Darren, el cual tuvo que ser por Instagram porque claro, ¡mentí! Darren y yo ni siquiera nos conocemos del todo, por lo que obviamente aún no tengo su número de teléfono.

Para sorpresa mía, Darren contesta unos segundos después y me dice que está trabajando en un servicio de comidas cerca de la preparatoria Brunos. Camino algunas calles más y, por fin, llego. Diviso a Cash y su grupo de idiotas a un costado. Detesto tener que hacerlo, pero me acerco, simplemente para hablar con Cash.

Él es el que me vendió las pastillas en el festival, y si quiero descubrir la verdad, entonces debo empezar a buscarla.

―¡Cash! ―exclamo antes de comenzar a acercarme. Él me observa y luego voltea a observar a sus amigos algo preocupado.

Me toma por los hombros a medio camino y me aleja de los demás, nos colocamos frente a una de las ventanillas del local. Yo miro a sus amigos confundida y luego concentro mi mirada en él.

―¿Qué haces aquí, Clarisse? ―indaga, rascándose la nuca con incomodidad, una de sus manos todavía posada en mi hombro―. Tu casa queda para el otro lado.

―Necesito hablar contigo.

Parece dudar por algunos segundos, pero luego suelta un largo suspiro y asiente, esperando a que empiece a hablar.

―¿Recuerdas algo del festival de música de la semana pasada?

Su mano cae de mi hombro y su mirada parece algo asustada, luego, intenta disimularlo de manera exagerada.

𝗕𝗥𝗢𝗞𝗘𝗡 𝗛𝗘𝗔𝗥𝗧𝗦  ✶  heartbreak highDonde viven las historias. Descúbrelo ahora