La noche era evidente, las estrellas junto a la luna iluminaban el camino hacia el local sorpresa donde pasaríamos el rato.
Un club de jazz. ¿Me sorprende? Un poco, ¿Estoy encantada? Sí. Pedro está sumando puntos sin saber siquiera que le llevo ya una cuenta de puntos imaginarios, detesto que me lo ponga tan difícil.
-A ver, estamos en uno de mis lugares favoritos, suelo venir yo sólo ya que se me hace muy mágico como para compartir un rato acá con cualquiera.-Caminamos juntos hacia el local. Era un sitio realmente íntimo, se pidió una mesa para dos.-
Me sentía tan cálida que casi olvido el invierno que llena las calles de la ciudad por estos días. La iluminación era realmente mágica, tenue, se sentía como si cada mesa fuera un mundo con miles de secretos, y en esta mesa ya había uno o bueno, por mi parte dos; no sólo un beso inesperado sino mis sentimientos que crecen cada vez más con gran efervescencia.
No has dicho nada, no te gustó el lugar, ¿Cierto?-Escuché aquella oración con un tono algo triste, volviendo mis pensamientos a tierra para observar su dulce mirada.-
Todo lo contrario, estoy sorprendida con lo hermoso que es todo, nunca había tenido la oportunidad de visitar un lugar así... ¿Por qué me has invitado aquí si sueles venir sólo?-Pregunté con una pequeña risita.-
Mm, si tanto disfruto hablar contigo en la oficina, no me imagino lo mucho que iba a disfrutarlo en uno de mis lugares favoritos, sólo tengo curiosidad por saber que tan bien la podemos pasar también afuera de esa oficina.-Cuando finalizó de hablar me guiñó el ojo, riendo luego levemente. Este hombre sencillamente no sabe por donde más derretir mis sentidos.-¿Tomamos algo entonces? Pediré un vino, comenzaremos con una botella, ni mucho ni poco.-Asentí, con una leve sonrisa. Pedro llamó a un mesero y le pidió tanto la botella como unos frutos secos-
Observamos por un rato a la agrupación que estaba tocando en ese momento, realmente me sentía inmersa por lo agradable que sonaba y se sentía todo. Siento que estoy en un pequeño sueño, aquí con Pedro, está música y tan cerca que fácilmente podría robarme todos los besos que el quisiese. Trajeron la botella y se nos sirvió el vino, Pedro al saber más del tema me enseñó sobre como realmente probarlo o mejor dicho, como hacer una "Cata de vino". Di un sorbo y evidentemente mi torpeza no podía estar tanto rato tranquila, por lo que escapó algo de la bebida por el borde de mi labio, Pedro actuó inmediatamente limpiando el mismo con su pulgar, acariciando con gran suavidad. Sentí que algo se removió dentro de mí.
¿Entonces busco un babero para tí?-Mencionó el mayor, robándose una risa de mi parte.-
Y a tí un bastón, tonto.-Rodee los ojos, dando otro sorbo a mi copa-
Oye, me lastimas, Cheesecake. Se que ya estoy grande pero mira, más fuerte y sensual que cualquier jovencitos de esos que te preguntan si quieres café cada mañana...-Dijo con un tono burlón.-
Ah, ¿Entonces notas cómo Nate y Julio me preguntan por café cada mañana? Entonces muy metido en tus asuntos no andas, eh.-Entrecerré los ojos, desafiandole con la mirada, notando como sus mejillas se pintaban levemente con un suave carmesí-
Debo estar atento, quién sabe si algún día uno de ellos se pone un poco más intenso de lo que debería, mh.-Reí levemente-
Ah, nada más inofensivos que ellos, además, realmente me gustan son otro tipo de hombres.-Mencioné aquello evitando mirarle. Debajo de la mesa nuestras rodillas chocaban un poco.-
El show avanzaba y los veíamos con gusto, mientras que Pedro me conversaba respecto al jazz, así como también hablamos de nosotros mismos, entre risas y leves choques de rodillas. La botella iba acabando pero su efecto no iba pasando como si nada... Creo que ambos ya estábamos con la cabeza un poco más allá que de acá.
YOU ARE READING
Doesn't know you like i do. - PEDRO PASCAL.
RomanceEstamos en fechas navideñas, Pedro y yo pasamos la noche juntos, pero... ¿El sabrá que realmente me gusta? © La obra es totalmente de mi propiedad, escrita con mucho cariño. Todo es ficción.
