9

376 44 60
                                    

.

Rabia

.

Tras la discusión con Reese en el baño, Malcolm no había abierto la boca para hablar ni una sola vez mientras estaban cenando.

No había querido ni levantar la cabeza para ver a nadie, en realidad.

Porque seguía molesto, e irritado, y como si cualquier mínima cosa pudiese remover en él lo suficiente para hacerle saltar de su lugar y- «Agh».

Tragándose un suspiro, Malcolm supuso que al menos tener a esa chica ahí ahora era algo mínimamente positivo, considerando que toda la atención estaba siendo puesta en ella y en lo que fuera que tuviera que decir, antes que sobre cualquier otra cosa... como él mismo y su vacilación anímica, por ejemplo.

Parte de él no tenía ni verdaderas ganas de comer, y otra no dejaba de repasar en su cabeza fragmentos de la conversación que había llegado a tener con su mamá mientras le ayudaba con la guarnición, tiempo antes de que comenzaran a hablar de su "invitada" y que todo el desastre de su descuido y su torpe herida sucediera.

—¿Por qué pareces ser la única que no me ha juzgado tanto como los demás?

Honestamente, no era que Malcolm pudiera quejarse del trato de ninguno con respecto a lo que le había hecho a Reese. Incluso si después de un tiempo los demás habían dejado de mencionárselo como un reproche cada que parecían tener la oportunidad, lo cierto era que Lois jamás había sido tan directa o severa en su confrontación del tema como Malcolm podría haberlo imaginado.

No... francamente, esa era una de las cosas que nunca había entendido, a pesar de que se encontraba demasiado intimidado como para tratar de averiguar el motivo en el momento.

Cierto, durante el tiempo en que Reese recién se había ido las cosas en su familia estaban mal por más que sólo esa razón; con el absurdo juicio de su papá, su mamá teniendo que trabajar mucho más de lo normal, y Francis y Piama ahí junto con todos los demás... Todo había sido un caos.

El que su mamá no estuviera tan alerta con todos como solía serlo todo el tiempo era algo entendible, pero, ni siquiera después de que la mayor parte del "balance" se recuperara lo amonestó como Malcolm probablemente se lo merecía luego de considerar la realista gravedad del asunto.

Sí, lo había regañado, y sí, lo había castigado también en cierta forma, pero...

Para su conciencia cargada de culpa, nunca terminó por serle suficiente.

Y no había sido sino hasta hoy, después de que Reese volviera y que esa chica apareció, que Malcolm finalmente se lo preguntó.

Ella lo había mirado extrañamente apacible, casi... melancólica, en mitad de su preparación de especias para el pollo, entendiéndolo perfectamente y sin necesidad de nada más para saber de lo que hablaba. Al frente, Malcolm había contenido inconscientemente la respiración.

—Porque sé cómo te sientes por haber hecho lo que hiciste —respondió—. La culpa, la vergüenza, la incomodidad... Todo lo que sientes al saber que has hecho algo muy malo, pero mucho peor.

—¿Mamá...?

—Lo experimenté una vez también... Es una de las peores cosas que he sentido en la vida —continuó—. La diferencia es... que a pesar de eso yo terminé siendo feliz con el resultado.

—¿Tú...-

—Quién sabe, Malcolm, quizás eso signifique que eres mejor persona que yo —lo interrumpió—... Al menos eso espero...

Salicaria [Wilkercest]Where stories live. Discover now