• ꌚ꓅ꍟ꒓ꍟꆂ ꁍꐇꐟ • // [Alastor x Male Reader]

• 11. | Convivencia •

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El ciervo clavó su vista en _______. Este mostraba una mirada molesta pero aún así mantenía aquella sonrisa que lo caracteriza.

Eso solo confirmo la sospecha del pelinegro. Soltó un suspiro pesado y respondió a la pregunta que Alastor le hizo.

— Una disculpa... Es solo que no soy muy fan de la crema. No me gusta. Perdón... Jajajaja... —.

— Ay no... Lo siento. No tomamos en cuenta tus gustos _______. — Hablo apenada la princesa.

— Tranquila Charlie, no pasa nada. De todas formas puedo intentar comerlo... — .

La rubia solo asintió y empezaron a comer. Alastor y Husk miraban entretenidos las caras que hacía _______ al momento de comer el pollo con crema.

Si, definitivamente era una tortura para el pelinegro... Pero no sé quedaría con los brazos cruzados...

Oh, claro que no. El Demonio Radio y ese estúpido gato no se saldrían con la suya... Pero por el momento, solo se concentraría en joder al Ciervo.

∆∆∆

El día paso relativamente rápido y Alastor se encontraba leyendo el periódico tranquilo en la comodidad de su habitación mientras sentía la brisa del bosque que tenía al otro extremo.

Nadie podría arruinarle su momento de paz...

- ¡AH! ¡AH! ¡MARTILLAZO EN EL ANØ! -

El ciervo casi se atraganta con su propia saliva al escuchar esa música vulgar moderna en volumen alto a la que los mortales le llaman "Reggaeton".

El pelirrojo salió de su habitación para ver quién era el responsable de poner esa horrible "música", si es que a eso se le puede denominar como tal.

No tardó en darse cuenta de que el ruido venía de la habitación de al lado del frente, pero no había nadie ahí, a menos que...

— No puede ser... — Se dijo a si mismo para entonces acercarse a la puerta y tocar con fuerza.

— ¡Disculpa! ¡¿Podrías por favor bajarle a tu escándalo?! ¡No me deja concentrarme en mi lectura! —.

No hubo respuesta.

Siguió y siguió tocando veinte minutos más hasta que por fin _______ se digno a abrirle la puerta.

— ¿Que? — Pregunto mientras comía algunos dulces picantes.

Alastor se dió cuenta que el muy desgraciado tenía puesto unos audífonos, dando a entender que solo puso el reggaeton para joderlo.

— ¿Me harías el favor de bajarle a tu "música"? Perturbas mi tranquilidad. — Habló con un notorio tic en el ojo.

— ¡Ja! No. Le pregunté a Charlie si podía poner música en mi habitación y me dijo que si. Ahora te jodes. — Le alzó el dedo del medio para cerrarle la puerta en la cara.