capitulo 3 captadores

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Siento que camino en círculos todo me parece lo mismo hace mucho no me topo con un humano es extraño siempre odio estar rodeado de ellos, ya que son personas que no tiene valor y tampoco honor solo piensan en sus propios intereses Pero ahora extraño su molesta presencia siento que camino solo en un mundo devastado en ruinas, mi mente cada vez menos cuerda me hace dudar de la realidad ¿Me estaré volviendo loco?, y su presencia aparece como bruma cuando todo está mal eso me ayuda Pero sé que está mal, la humanidad jamás fue perfecta, pero esto es lo peor que pudo surgir ya no son humanos solo bestias que intentan sobrevivir.

Ahora no solo es un mundo repleto de criaturas esperando un error para devorar lo que sea que se mueva, sé que soy tonto por pensar que aún puede haber una oportunidad o simplemente es mi mente desvariando por falta de comida la verdad aquello que me queda de cerebro actúa de formas extrañas siento que aún queda algo que vale la pena salvar —se escucha a lo lejos un zumbido penetrante que le hace doler los tímpanos arrojándolo al suelo—. No puede ser, me están rastreando deben estar a unos 30 minutos de aquí tengo que ser rápido, no puedo escuchar bien maldición y ahora no es solo un captador, son muchos, con esto llamarán a otros zombies se volverá una casería y el plato fuerte soy yo —el nerviosismo se apodera de aquel hombre paralizando todos sus sentidos—.

Cuando podre sentir la añorada paz, ver y sentir la calidez del sol o tan solo, escuchar los pájaros cantar —lágrimas brotan por su oscurecida mirada, cayendo por un desgastado rostro, demacrado por los horrores presenciados y la marca del tiempo—. Tengo que encontrar un refugio antes de que me capturen Pero mis pies no pueden más estoy tan cansado que me cuesta hasta respirar, mis pulmones se llenan con ese aliento helado que congela todo mi interior ralentizando los latidos de mi corazón helando mi sangre, duele Pero el dolor me mantiene consciente para seguir corriendo o al menos intentarlo —a su alrededor no se ve nada más que un camino interminable de un color blanco intenso, con cada impulso de energía paso a paso logra avanzar Pero la nieve es implacable y no perdona a nadie, un crujido de la nada habré paso a una gran caída—.

Mierda, no me puedo mover —su cuerpo está en el fondo de lo que fue una casa enterrada por la nieve—. Lo que tanto busque llegó de una forma tan inesperada, solo espero que este estruendo no fuera escuchado por los captadores o definitivamente ya estoy muerto y solo es cosa de tiempo a qué lleguen —cuando acaba de pronunciar las últimas palabras, un gran gruñido se escucha cerca—.

Tengo que ocultarme, tratar de tapar mi olor pueden llegar merodeadores y otros tipos de muertos mutados tengo que estar preparado para cualquier cosa, mis piernas no me responden, creo que deben ser por el cansancio, mi vida pende de un hilo que pronto se cortará si sigo acá —de la nada y como si de un fantasma se tratará una pequeña niña aparece frente a él—.

Papi rápido levántate, se están acercando, por favor no te quedes ahí, papi arriba eres más fuerte que esto, recuerda lo que me dijiste una vez cuando en el colegio me golpeaban, solo los cobardes no enfrentan sus problemas y huyen
—de un brinco se acerca aquel hombre aturdido, congelado por la nieve, lo jala de los hombros y brazos para hacerlo reaccionar—.

Tú no estás aquí, yo te perdí, yo no fui el padre que merecías, pero si sigo en este mundo es por ti mi pequeña niña no sabes cómo te extraño, Pero sé que quieres que viva y cumpliré con mi promesa —con los ojos llenos de lágrimas ve como aquella figura fantasmal desaparece dejando un gran vacío, pero él con su cuerpo desvanecido con la poca fuerza que le queda logra moverse hasta lo que parece un charco de barro hecho por la tierra podrida que despide un olor putrefacto—.

Gracias hija por aparecer cuando mi cuerpo ya se estaba rindiendo, tú me sigues dando fuerza, incluso no estando aquí, sé que quizás solo sea un truco de mi mente torcida, pero no sabes cuanto te necesito —se cubre el cuerpo con el lodo congelándose aún más tratando de mantener el poco control que aún le queda, él sabe que no hay otra opción—.

Por el mismo agujero donde cayó aquel hombre aturdido un captador grande, tosco, con sus dientes afilados, su piel oscurecida baja enfurecido golpeando todo a su alrededor dejando todo destruido y de su cuerpo se desprenden una especie de tentáculo que le permite captar a quien ha venido a buscar, su agilidad y flexibilidad es evidente uno de los zombies más letales que se han podido conocer, la mayoría no sobrevive ante uno de ellos, son cazadores innatos con una potente audición y ecolocalización una mutación poco común, pero letal, con un olfato poco desarrollado, son ciegos, pero pueden escuchar todo a su alrededor incluso los latidos del corazón. Son veloces, con una piel demasiado dura como para ser atravesada por un cuchillo. Armas letales, territoriales, se mueven en mandas

—mientras el captador busca con desespero su presa llega un nuevo muerto viviente, uno que es llamado merodeador gritando dejando un sonido ensordecedor, una mala mezcla para el captador, sus oídos son demasiado sensibles y esto les causa confusión—.

Los merodeadores tienen un gran olfato y buena vista, son veloces con brazos alargados con garras filosas para atrapar, su cerebro puede hacer que escalen alto y abren puertas, su evolución les permite regenerar ciertas partes de su cuerpo excepto su cabeza su combinación con el ADN de reptil lo hace capaz de soportar los cambios climáticos debido a su mutación, no se mueven en manada son solitarios, pero como todo tiene un punto débil

The Corpse X Where stories live. Discover now