The Corpse X

capitulo 2 campos nevados

De tantas cosas malas que me pudo pasar porque justo esto —entra en pánico. Los captadores son ciegos, pero tienen una audición muy desarrollada, pueden comunicarse con otros de su misma especie, también localizar a personas en un radio de 5 metros, tiene una fuerza abismal y yo estoy justo a su lado, sentirá los latidos de mi corazón tengo que calmarme o moriré —intenta relajar su pulso para que no lo pueda escuchar, pero ya es tarde lo tiene frente a frente.

No moriré sin luchar, creo que soy la única persona que queda para intentar encontrar una cura, pero ya estoy perdido, me va a devorar —a lo lejos se escucha un estallido tan fuerte que el zombie se descontrola golpeando su rostro y sale corriendo sin una dirección fija llamando a más de los suyos con horribles gritos que entumecen los sentidos. No puedo creer lo cerca que estuve de morir y reunirme con mi querida lía —se levanta rápido y sale corriendo a todo lo que dan sus pies, siente como el corazón quiere salirse de su pecho, sabe que si se detiene está estará perdido. La adrenalina recorre todo mi ser, tengo que alejarme lo más que pueda, ese captador llamo a más como él y pronto esto se volverá una lluvia de sangre, ese maldito estallido me salvó, espero que quien sea que lo haya provocado salga con vida, tengo que enfocarme en resistir matas o mueres son las únicas salidas,necesito encontrar municiones para mi escopeta. —en su mochila toda desgastada, salpicada de sangre seca, lleva una Pistola Smith & Wesson, modelo M&P 22 Mágnum, calibre .22WMR con cinco municiones, una caja de munición de escopeta Remington 870 calibre 12 y lo que le queda de provisiones, una hacha con el mango desgastado y una cuchilla oxidada.

Algunas de las armas que poseo solo debo usarlas cuando estoy en un peligro inminente, lo más práctico sería un arco y flechas, lamentablemente aún no encuentro el material adecuado para construirlo —habla mientras camina por el mar de hielo tratando de encontrar un lugar donde refugiarse. Solo me queda usar el cuchillo con los zombie más débiles, sin silenciador es ser un blanco fácil y el crear bombas es todo un caso. Lo peor de todo no es solo sobrevivir a ellos, sino al resto de la humanidad, que solo vela por sus intereses, perros egoístas que aunque tengan la oportunidad de ayudar mucho se van sin remordimiento y pocos se quedan, Pelean entre ellos solo por poder.

Los niños son solo carnada para atraer gente o para distraer a los errantes, el cómo, la frustración de aquellas madres al ver esos cuerpos diminutos, destrozados, devorados por bestias que alguna vez fueron seres pensantes con emociones y cómo las personas con su cordura intacta se comportan de igual forma que aquellos monstruos, la ira de esas mamás por no poder proteger lo que las mantuvo centradas las consume. Los gritos de dolor y las risas de satisfacción es algo enfermo.

Por eso prefiero estar solo, no se sabe cuándo la persona que está al lado tuyo querrá acabar contigo y más cuando el hambre abunda, Los instintos animales sobresalen ante los instintos racionales. El invierno cada vez se pone más crudo, lo sientes hasta en los huesos como si literalmente se congelarán, extraño tanto beber café y comer unas tostadas con mantequilla de maní y mermelada de frutilla —su mente lo lleva a recordar todas esas veces que disfruto de aquel bocadillo que tanto le gustaba, llenando su mirada de nostalgia. Aún siento el sabor en mi boca cuando pienso en ello. Hace tanto que no veo mi rostro, sé que luzco demacrado, tengo una barba larga encanecida y para que hablar de mi cabello jamás pensé que algún día lo traería largo, aquí estoy que más se puede esperar en un apocalipsis zombie. Con esta máscara me cuesta darme cuenta de que tan mal está mi verdadero ser.