Sueños y... ¿Mosquitos?

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La decepción se reflejó en el rostro de Saitama al ver cómo los subterráneos huían. Su furia se intensificó cuando comprendió que la emoción de la batalla se le escapaba una vez más.

Saitama: "¡Ah no! ¡Ustedes no van a ningún lado!" 

Gritó enojado, antes de saltar al agujero y adentrarse en la base subterránea.

Dentro, Saitama se enfrentó a los subterráneos con una facilidad abrumadora, aniquilándolos uno por uno como si fueran simples insectos. Después de unos minutos de caos y destrucción, emergió del agujero, su traje manchado de sangre de monstruo y tierra.

"Bueno, por lo menos no causarán problemas a largo plazo..." murmuró, su voz teñida de desilusión. Con un gesto de resignación, se dio la vuelta y se alejó del lugar, dejando atrás el desecho de su breve encuentro con los subterráneos.

Ahora Saitama se encontraba absorto en sus reflexiones mientras regaba sus plantas, dejando que el agua fluya entre sus dedos con una cadencia monótona. La sensación de aburrimiento se había arraigado en su ser de una manera que ya no podía ignorar. La repetición constante de derrotar a los monstruos de un solo golpe había perdido su encanto, dejándolo con una sensación de vacío que se negaba a desaparecer.

Recordó todas las veces que había enfrentado a los monstruos, solo para ver que siempre volvían, como si fueran plagas interminables. Una analogía surgió en su mente: eran como cucarachas, no se mueren, se multiplican.

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos abruptamente por la presencia de un mosquito. Con una indiferencia palpable, Saitama lo aplastó entre sus manos, esperando deshacerse de la molestia de una vez por todas. Sin embargo, para su sorpresa, el mosquito se escapó de su agarre como si fuera una ilusión.

Intrigado, Saitama intentó nuevamente atrapar al insecto, pero una vez más se le escapó con una facilidad desconcertante. Su frustración comenzó a aumentar cuando, a pesar de sus intentos frenéticos, el mosquito continuaba burlándose de él.

"¡Con una puta mierda!", murmuró Saitama, agitando sus manos en el aire con frustración, "¡lo dejé escapar!"

La situación absurda lo dejó perplejo, sintiendo que incluso los problemas más simples podían eludirlo. Con un suspiro resignado, decidió dejar de perseguir al mosquito y regresar a sus pensamientos, sabiendo que su batalla contra el aburrimiento estaba lejos de terminar.

Saitama se recostó en el sofá y encendió el televisor, buscando una distracción de sus pensamientos turbulentos. Sin embargo, su intento de relajación se vio interrumpido por una noticia preocupante: una plaga masiva de mosquitos se dirigía hacia Ciudad Z.

Una expresión de preocupación cruzó el rostro de Saitama mientras consideraba las implicaciones de la situación. Instintivamente, pensó en cerrar las ventanas para protegerse de la invasión inminente. Pero antes de que pudiera moverse, el persistente mosquito volvió a aparecer, zumbando a su alrededor con su irritante zumbido.

Con un suspiro de frustración, Saitama intentó aplastar al mosquito una vez más, pero como había ocurrido tantas veces antes, el insecto se escapó hábilmente de sus manos. La paciencia de Saitama se estaba agotando rápidamente, y la idea de lidiar con una plaga de mosquitos solo aumentaba su irritación.

Tal como en la historia original, el combate entre la chica mosquito y Genos se desarrollaba con una ferocidad inigualable. Genos luchaba valientemente contra su adversaria, pero la chica mosquito demostraba ser una oponente formidable. Con un movimiento hábil, cortó el brazo de Genos, pero el cíborg no se rindió, logrando cortar ambas piernas de su enemiga.

Ni Héroe Ni Villano (One Punch Man FanFic)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora