Me dormí, para poder escaparme de los recuerdos difusos y fugaces, de los sentimientos queriendo tomar control de la noche.
Me dormí y comencé a alucinarte, pasamos horas charlando de todo lo que no sabíamos como decirnos, escuchamos música explicando el por que nos gustaba tanto, comimos nuestras comidas favoritas, volviste a preparar mi café como sabes que me gusta, dulce.
Te mostré una de mis discotecas favoritas y bailamos por horas seguidas, tomamos hasta arrastrar las palabras y de la nada ya estábamos en la habitación, me recostaste en la cama como pudiste y después me robaste un beso y otro y otro y otro.
Después de unos besos suaves aumentaste la intensidad y de pronto la ropa nos comenzó a estorbar, en un momento ya estábamos bajo de las sabanas dándonos placer, recordando varios polvos del pasado intentando revivir algunos, pasamos un momento largo desordenado la cama hasta quedar impregnados el uno del otro, repitiendo el momento uno y otra vez como si fuéramos amantes acelerados.
Luego me encontraba durmiendo en tu pecho, y vimos salir el sol por la ventana, tomando de vuelta un café para luego recostarnos y ver series por horas mientras intentabas adivinar los desenlaces.
En la noche por fin decidí llevarte al mirador que seguramente ya conoces y yo siempre menciono en mis escritos, nos acostamos bajo la luz de la luna con las canciones que nls mandabamos por el 2016.
Al cerrar los ojos sentí desaparecer tu presencia para luego notar que el sueño había acabado, ya me había despertado.
Nos volveremos a ver en REM.
