Mientras Jude lucha por consolidarse en el equipo y Clara captura los momentos clave para los seguidores, ambos descubren que el verdadero gol en la vida no siempre ocurre en el campo de juego. A través de encuentros fortuitos, conversaciones sincer...
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Habían pasado unas semanas desde la entrevista con Carla para el Instagram del Real Madrid, y las cosas en el club estaban yendo bien. Los entrenamientos eran intensos, pero la energía del equipo era increíble.
Un día, justo antes de empezar la práctica para mi primer partido en el Real Madrid, me llegó la invitación para un evento social del club. No era común que tuviéramos estas reuniones fuera del campo, pero me pareció una buena idea. Siempre es agradable conocer a las personas que trabajan detrás de escena y compartir un rato relajado con los compañeros de equipo.
Para el evento social del club, quise mantener un equilibrio entre elegante y relajado. Así que decidí ponerme una camisa blanca de manga larga, porque siempre es un acierto. No quería parecer demasiado formal, así que me aseguré de desabotonar el primer botón para darle un toque más casual. Además, una camisa bien planchada siempre deja una buena impresión.
Para los pantalones, fui con unos chinos de color gris oscuro. Son cómodos pero todavía se ven bien para un evento como este. Me gusta tener un poco de flexibilidad, porque nunca sabes si terminarás de pie, sentado, o incluso bailando un poco, si la música se pone buena.
Para el calzado, opté por unos zapatos negros clásicos. No soy de usar muchos accesorios, pero ese día decidí ponerme un reloj. Nada demasiado llamativo, solo un detalle sutil que combinara con el resto de mi atuendo.
En general, creo que era un conjunto perfecto. No demasiado formal ni demasiado casual. Era importante sentirme cómodo, pero también sabía que habría mucha gente del club, y quería dar una buena impresión.
Llegué al lugar del evento con otros jugadores. El ambiente era genial: luces suaves, buena música y mucha gente de todo el club. Desde el primer momento, me sentí a gusto. Hablé con algunos compañeros, y luego con algunos miembros del personal del club, pero no podía evitar preguntarme si Carla estaría allí. La última vez que la había visto fue durante la entrevista, y me sorprendió lo fácil que fue hablar con ella. Tenía un buen sentido del humor y parecía genuinamente interesada en conocerme, no solo como futbolista, sino como persona.
La fiesta ya estaba en plena diversión cuando la vi entrar. Carla llegó un poco tarde, pero su presencia no pasó desapercibida. Llevaba un vestido azul oscuro que le quedaba perfecto, resaltando en la multitud. El color combinaba con la iluminación suave del lugar, y su cabello, suelto y relajado, le daba un aspecto natural pero elegante.
De inmediato noté que estaba un poco nerviosa. Podía verlo en la forma en que ajustaba la correa de su bolso y en cómo miraba a su alrededor, como si estuviera buscando a alguien conocido. Pero cuando nuestros ojos se encontraron, ella sonrió, y yo también lo hice. Había algo en esa sonrisa que hacía que todo pareciera más fácil, más ligero.
Me acerqué para saludarla. No podía dejar que ella se sintiera incómoda en un evento como este. Además, desde la entrevista, había sentido una conexión especial con ella, y quería asegurarme de que se sintiera bienvenida. A veces, estos eventos pueden ser un poco abrumadores, especialmente para alguien que trabaja detrás de las cámaras.
