Venezuelan girls / Jaden & Javon Walton

02. pepazos

—¿Qlq pues, Elnesto? ¿Te vas a fresear? Si tú eres mango con sal vale, hazme la vuelta ahí chamo.

Y sí, esa es Marbella jalandole bola al portero para que nos deje pasar porque se quedó peleando con el colector y nos cerraron esta mierda en la cara.

—Vergacion, carajita —se levantó de su silla "ganador de mi mil batallas" y le hizo señas al otro portero—. Déjalas pasar, ya me tiene arrecho.

La mardad terminó triunfando y Marbella y yo entramos al liceo devorando con nuestra caminata pasando por los pasillos de quinto año para llegar al pasillo de tercero.

Punta, tacón, punta, tacón, punta...

—¡Mamaguevo, que esa mierda no es azúcar, nojoda!

Qué.

Nuestra caminata kul quedó arruinada cuando tuvimos que pararnos al escuchar al desgracia'o de Landa gritar.

Al fondo del pasillo está el carajito con los tukis del nido, gritándose en las escaleras.

—Ahorita le caen a tiros, pa' que sea serio.

—Marbella, cállate esa jeta.

Nos quedamos paradas chismeando a ver si le daban una coñiza a Andrés, pero full decepcionadas porque terminaron haciendo un saludo de manos todo marico y yéndose cada quién por su lao'.

El Jeison a vender cocaína en la cantina y el Brayan a engañar a Mineisa con la Yessi por los lados de la cancha.

O eso dicen las malas lenguas.

Marbella pues.

—Háblame, causita —llega Andrés a dónde estamos nosotras, con el malandreo a millón—. ¿Qlq pues, mi Siria?

—Sira, mardito —le doy su respectivo coñazo en la cabeza.

—Contame, ¿te agarran aquí o en la bajaita? —Mar, igual de malandra.

—Que va, vos sabés que yo soy el que la mueva aquí —dice, pasando los brazos por los hombros de las dos—. Tas' clara.

Empieza a caminar con nosotras, contándonos que terminó con María, la noviecita que tenía, porque la bicha quería meterlo en Patria pa' que le cayera el bono.

Madre loca.

Y de paso, kike se asustó porque la caraja viene de Morón y esa vaina él no la sabía.

—En fin, manas —suspira, deteniéndose frente a nuestro salón después de hablar tanta paja de la de Morón—. Creo que voy a seguir jalandole bolas a Lucía pa' ve si me la picho por fin.

—En tus marditos sueños, piedrero.

Los tres volteamos a la puerta del salón, dónde está la carajita viendo a Andrés mal.

—¡Que se la pase con El Kevin no quiere decir que sea piedrero, mamagueva clasista! —le grita Marbella.

Sólo a Andrés Landa le gusta una chamita de tercero, que estudia con nosotros, con ínfulas de Georgina George.

Georgina George después de tres sobredosis y cinco trombosis con ACB.

—¡Sies veldad, que venga de Petare y sea primo-hermano del koky tampoco quiere decir nada! —seguí yo, dispuesta a defender a mi pana.

—Verga, no ayuden tanto —Andrés nos empuja al salón, parándose al lado de Lucía—. Y ve, tú, simbionta, me sabe a culo que crees que soy piedrero, al menos el hermano mío no anda preso por Tocorón.

—Ese debe conocer a María, chamo —Marbella se ríe, pero Andrés la mal—. Los ojos se te van a caer, mardito. Y vos pirá de aquí, sapa.

Lucía también la mira feo.