GIVE IT TO ME

957 123 75
                                    

TW NSFW CONTENIDO ADULTO

Habían pasado varias horas desde que el gran premio de Mónaco había llegado a su fin.

El equipo había decidido festejar la victoria de Checo en un yate exclusivo para la fiesta.

El ambiente era muy vivaz, ya que el sentimiento de alegría embriagaba a todos en el lugar.

En medio del festejo, Sergio se encontraba bailando con parte de su equipo.

Pero una risa familiar hizo desviar su mirada para encontrar al dueño de esta.

Ahí estaba Max, sentado junto a otras personas, sonriendo ampliamente por cualquier tontería que estuvieran platicando.

A Sergio no le podía importar menos la conversación, su atención estaba totalmente en el joven algo colorado por el alcohol.

De pronto, un mar de recuerdos lo invadieron. Esa noche en Abu Dhabi, ellos dos solos.

Habían festejado el campeonato de Max, pero terminaron separándose del equipo por un momento.

Continuaron la fiesta por su parte, recorriendo la ciudad mientras se lanzaban una que otra mirada comprometedora, a la par que buscaban cualquier excusa para tocar o abrazar al otro.

Ese tiempo juntos era lo que necesitaban, pero también lo que empezaría una serie de momentos candentes en sus vidas.

El rubio quería irse a descansar, pero no podía manejar debido a su estado. Así que le pidió a Sergio, un poco más moderado al no estar acompañados, que condujera.

Max no estaba tan subido de copas, solo que se había puesto nervioso al quedarse solo con su compañero y sentir que no podría controlarse más tiempo.

Mientras que Sergio sonreía al verlo tan feliz. Cuidando que no se lastimara ni hiciera una tontería.

Durante el trayecto, que era algo largo, Max solo lo observaba con una mirada de cachorro enternecido, admirando las luces de la ciudad golpeando el bello rostro de su compañero.

Y en un semáforo en rojo no pudo evitar recargarse en el brazo del mayor. Este sonrió al sentirlo tan cerca, le gustaba sus pequeñas muestras de aprecio.

Siguió manejando, hasta que sintió como una de las manos del rubio bajaba de su hombro a su pierna. Sosteniéndose para no perder el equilibrio.

Si bien no había una doble intención en este acto, no pudo evitar ponerse nervioso ante el contacto.

Finalmente detuvo el auto en el estacionamiento del edificio. Pero Max no se separaba de él.

De pronto sintió como su cuerpo se acercaba más al suyo, y se tenso cuando la respiración del rubio rozó su cuello.

Sergio se giro lentamente, intentando no chocar con la cabeza de su compañero. Pero al hacerlo, la distancia entre sus rostros era mínima.

Sin decir nada, Max cerró el espacio entre ambos y sus labios se encontraron.

El pelinegro correspondió al instante. Dejando que una mezcla de alcohol y desesperación invadiera su boca, sintiendo sus lenguas encontrándose.

El rubio había estado tan deseoso por esa oportunidad. Era la mejor noche de su vida y no la iba a desperdiciar.

Levantándose de rodillas en su asiento, Max estaba casi sentado sobre Sergio. Deseando que no se quedará solo en un beso.

Sin embargo, al querer encontrar una mejor forma de acomodarse sobre él, el rubio termino apoyándose en el volante y aplastando el claxon, haciéndolos brincar del susto.

MÓNACO |ONE SHOT|¹Where stories live. Discover now