Capítulo 7, Versículo 112

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[ O J A L A Y P U E D A O L V I D A R ]

Unos pocos años pasaron luego de que los niños pelirrojos escarlata se uniesen al grupo, los tres menores crecieron y se volvieron adolescentes hormonados y llenos de ganas de hacer la mierda que quisieran, con la característica rebeldía de los adolescentes. Todo el grupo estaba en la base, listos para que Omidh entre a un portal raro que lo llevaba a una dimensión en la que había estado antes, yendo a matar unas supuestas bestias y seres antropomorfos para que no haya problemas en el futuro. Aunque esta actividad era importante, era tardía, y hacia que los estudiantes se aburriesen por el simple hecho de esperar a la llegada del canoso, así que estos salen a escondidas de los adultos, yendo a hacer cualquier tontera que se les ocurriese para pasar el rato.

Primero fueron a un parque de diversiones a subirse en las diferentes atracciones, y a veces tirando cualquier criatura que se subiese a los engranajes en un espectáculo sanguinario y enfermo. Luego fueron al centro comercial a comprar unas cosas de su gusto, como espadas, garras de metal, ropa y alguna que otra cosilla. Por último, fueron a una tienda de armas y compraron las que tenían pólvora y demás. Karia estaba buscando que armas le gusta y que le servirán en un futuro, hasta que Simon aparece detrás de ella con un taser y haciéndole una broma.

—¡Bu! ¡Thor te asustó!

Dijo el chico.

Karia al ver el taser, retrocede, gritando por piedad, aterrada y cubriéndose con sus manos.

—¡Por favor papá! ¡Con el taser no, con el taser no! ¡Por favor, con el taser no!

Dijo la pelirroja escarlata.

Simon no entendió lo que pasaba, hasta que Nargit aparece detrás de él y lo estampa contra el suelo con furia.

—¡Aléjate de mi hermana, maldito enfermo!

Dijo el pelirrojo escarlata.

—¡Soy yo, soy yo! ¡No pasa nada, fue una broma!

Dijo ''cara de x''.

Nargit se calma y lo mira algo decepcionado, para luego ir con su hermana y calmarla de su temor y desesperación.

—¡No juegues así de nuevo, ya vivimos demasiado con los taser, y no queremos vivir nada más!

Dijo el pelirrojo escarlata.

Simon mira a la Karia, quien incluso estaba llorando del miedo, para luego tirar aquel artículo lejos de ellos, yendo con ella y disculpándose de esa broma.

—Perdón, no sabía nada de eso. Pensé que simplemente eran huérfanos abandonados en la calle sin más.

Dijo Simon.

—Si fuimos abandonados, pero antes de eso vivíamos con nuestro papá. Era un ebrio que incluso por cosas insignificantes nos castigaba de maneras horribles, y recuerdo que la más presente fue el taser. Primero nos intentaba ahogar varias veces en el agua, luego nos sacaba y nos amarraba a un árbol, y después nos electrocutaba con un taser una y otra vez.

Lo recuerdo como si fuera ayer, y aún siento le electricidad pasar por mi cuerpo.

Dijo Karia.

Simon le pone la mano en el hombro, disculpándose de lo sucedido, para luego largarse de ahí. Volviendo a la base, se toparon al hombre de extremidades metálicas, quien al verlos empezó un regaño.

—Chamacos tontos, ¿Dónde se metieron como para que nadie los escuche o vea?

Dijo Caín.

Simon hace cara de tonto para evitar algún regaño, pero de inmediato su oreja es agarrada a una velocidad gigantesca por Eiylif, quien estaba enfadada y decepcionada de los tres chicos, adentrándolos a la base, mientras estos obedecían a regañadientes~

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⏰ Última actualización: Apr 15 ⏰

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Cap 3. The AtheistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora