En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

capitulo 88- Rescaté

Oᴄᴜʟᴛᴀʀ ʟᴀ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ ᴀ ᴠᴇᴄᴇs ᴘᴜᴇᴅᴇ sᴇʀ ʙᴜᴇɴᴏ, ᴘᴇʀᴏ ʟᴀ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ sɪᴇᴍᴘʀᴇ sᴀʟᴇ ᴀ ʟᴀ ʟᴜᴢ ᴛᴀʀᴅᴇ ᴏ ᴛᴇᴍᴘʀᴀɴᴏ.

…⁠ᘛ⁠⁐̤

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Raymond Miller
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El maldito viejo estaba consiguiendo lo que quería, estaba consiguiendo que hiciera todo lo que le dará la regalada gana, el muy hijo de perra quería que me casara con Giselle, todo porque también lo beneficiará, yo más que nadie sabía que no podía poner a Khristeen ni menos el bebé en peligro, mientras trataba de ubicar la ubicación que la tenían, tenía que armar un plan para que ella estuviera la salvó entonces.

Ya habían pasado dos días, dos malditos días desde que no sabía nada de ella y esa maldita supuesta boda era hoy. Richard estaba empezando a conseguir lo que quería, pero ya era mi turno de acabar con todo ese juego.

Si creía que de veras iba a casarme con Giselle, estaba muy equivocado. Ya tenía un plan, finalmente pude obtener la ubicación donde se encontraba la conejita. Había dejado muy claro que, si la lastimaban, me aseguraría de hacerlos pagar.

La condición era casarme con Giselle y mientras lo hacía dejarían a Khristeen sana y salvo, sin tocarla ni menos el bebé.

Quería que él creyera que haría lo que quisiera, gané suficiente tiempo hasta obtener el paradero, ahora ya sabía dónde estaba Khristeen. Solo quedaba ir a rescatarla. Es más probable que me esté esperando y ya he tardado demasiado, soy consciente de ello.

Ya había gente enviada secretamente para que la rescataran, mientras tanto. Su amiga Ophelia después de enterarse de lo que estaba pasando, se ofreció ayudar junto con Nikolay. Habían llegado aquí y durante esos días esa chica ayudaba con el rescate de Khristeen. Tanto ella como Nikolay ya se estaban dirigiendo al lugar para rescatar a Khristeen.

Mientras que yo, antes de que Giselle se diera cuando y me deshiciera de ella a como dé lugar y también su padre, necesitaba matar a dos pájaros en un solo tiró.

Toqué su puerta y ahí estaba ella con un vestido blanco, de novia, con una sonrisa satisfecha en su rostro.

— No sabes que ver a la novia antes de la boda da mala suerte — Sonrió cínicamente.

— ¿Así? — Asintió y cerré la puerta tras mío.

— ¿Qué haces aquí? Sabes que si te arrepientes ahora, quien sufrirá las consecuencias será esa niña.