Mariana observó con ironía a donde se hallaba Nicolás resoplando y murmurando quejas, mientras depositaba el cuerpo de Eleanor Barrett, sobre la cama acolchada.

-Pues, lamento ser un incordio. Pero en definitiva no podía cargarla yo sola... Y Juan Pedro esta lastimado así que no iba a molestarlo cuando te tengo a ti.

Nicolás la observo antes de suspirar y sentarse en el sillón al lado de la cama.

-Esto es un verdadero caos. Un tío con dos personalidades que quiere matar a una pobre muchacha; vampiros convertidos locos matando gente; un grupo de hombres lobos que creen que es el fin del mundo... ¿Qué mas falta, señor? ¿Qué más? –esto último lo dijo mirando al techo como implorando a dios. Mariana carraspeo para ocultar la carcajada que se le formo en la garganta.

-Bueno. Tú tienes muchos años conviviendo con todo lo paranormal, imagínate siquiera como estoy yo que me acabo de enterar –<<Y que acabo de ser besada por Juan Pedro>> por poco y babea al recordar el beso que compartieron. Pero es que él era tan hermoso, tan cautivador, tan seductor, tan... Tanto. Suspiro –Esto es genial, adiós a mi tranquila vida de estudiante de último año. Bienvenida vida llena de vampiros y hombres lobos.

Nicolás la miro fijamente con compasión en su verde mirada.

-Señorita Mariana, aun no se ha limpiado las heridas usted ni se ha quitado la sangre de encima.

Tragó con rudeza.

-Lo siento, se me olvido que estoy en una casa infectada por vampiros –Estuvo a punto de levantarse cuando Nicolás soltó una carcajada que la dejo completamente perpleja.

-Me parece que Juan Pedro Lanzani aun no le ha contado todo –Dijo cuando paro por fin de reír –Nosotros los vampiros comunes, solo tomamos sangre una vez cada tres o cuatro semanas; si tomamos mucha, nos volvemos en las cosas que usted vio esta noche. Además, nunca matamos a nuestras victimas.

Mariana asintió.

–Aun así, me iré a bañar –Dicho esto, se encamino a la puerta para seguir el rumbo a su cuarto.

***

-Entonces, me estás diciendo que crees que alguien los está creando... -Juan Pedro levantó la vista de su brazo herido que estaba limpiando en ese momento y la clavo fijamente en Clapton. El hombre lobo asintió.

-No sabemos quién, o el porqué de esto. Pero una cosa es segura, y es que quieren comenzar una guerra.

Juan Pedro observo la nada. ¿Una guerra? ¿Pero por qué? ¿Quién sería tan estúpido como para comenzar a crear vampiros descerebrados para una guerra?

-¿Crees que sean los dioses? –Hablo por primera vez Ethan Rumsfeld, quien estaba recostado en la pared con los brazos cruzados y mirando fijamente algún punto en el piso de cerámica de la sala de té de Juan Pedro.

-Lo dudo –Dijo Hall –He hablado con Freyja, ella no me ha dicho nada referente a eso.

El clan de los caballeros fue creado directamente por Freyja para combatir las amenazas que corrompen la paz de los seres humanos. El líder de los Knight, fue el primero en ser creado y al ver el éxito de este, Odín, el dios de los cielos, dio el permiso a Freyja para la creación y el entrenamiento de toda una bandada.

-¿Algún ser paranormal, entonces? –Preguntó Vico esta vez, con su típica taza de té en la mano. De verdad comenzaba a pensar que ese tipo venia a su casa nada más que para tomarse sus licores y su té. Dave, que estaba sentado en la otra esquina del salón, asintió con debilidad al alzar la vista.

-En mi opinión, quieren volvernos enemigos. Los vampiros convertidos están matando humanos, y lobos de los clanes... Pero no han tocado a los suyos, en referencia... No le harán nada a los vampiros de ningún tipo. Esto haría que las personas estúpidas, pensaran que fueron creados por los propios vampiros para aniquilar a los lobos. Pero nosotros no somos idiotas, y sabemos perfectamente que los vampiros están a gusto como están.

Oscura inocencia Where stories live. Discover now