Capítulo 1: Un Amor Oculto

1 0 0
                                    

Isaac era un joven de mirada introspectiva y un corazón sensible. Su hogar, aunque lleno de amor familiar, estaba teñido de un conservadurismo que le obligaba a ocultar su verdadera identidad. Cada día, Isaac se despertaba y se ponía su máscara, la de un chico como cualquier otro, ocultando la verdad que yacía en lo más profundo de su ser.

En medio de este paisaje desolado, Isaac encontró consuelo en su rica imaginación. Allí, en los confines de su mente, creó a Alex, un novio imaginario. Alex era cariñoso, comprensivo y, lo más importante, aceptaba a Isaac tal y como era. Isaac podía hablar de Alex sin temor a levantar sospechas, gracias a su nombre unisex. Alex se convirtió en un faro de esperanza y amor en la vida de Isaac, un refugio seguro en un mundo que no le permitía ser él mismo.

Las conversaciones imaginarias con Alex eran la parte más esperada del día de Isaac. Hablaban de todo y de nada, de sus miedos y esperanzas, de lo mundano y lo extraordinario. A través de estos diálogos, Isaac podía experimentar una fracción del amor y la aceptación que ansiaba en su vida real.

Aunque Alex era un producto de su imaginación, Isaac sentía una conexión genuina con él. Le permitía expresar sus emociones y pensamientos más íntimos. En su mundo imaginario, Isaac podía ser él mismo: un joven amoroso, sensible y gay.

A pesar de la felicidad que encontraba en sus momentos con Alex, Isaac no podía evitar sentir una punzada de tristeza cada vez que volvía a la realidad. Sabía que, por ahora, su amor por Alex debía permanecer oculto, encerrado en la prisión de su mente. Sin embargo, también sabía que, pase lo que pase, siempre tendría a Alex.

Este primer capítulo se cierra con Isaac, solo en su habitación, hablando en voz baja con Alex antes de dormir. A pesar de la oscuridad de la noche, una sonrisa llena de esperanza y amor ilumina su rostro. Sí, su amor por Alex tenía que ser un secreto, pero eso no significaba que no fuera real. En su corazón, Alex era tan real como los latidos que resonaban en su pecho, cada uno de ellos un testimonio silencioso de su amor oculto.

El Cuchillo Ensangrentado: El Legado de IsaacWhere stories live. Discover now