NARRADOR OMNISCIENTE

Lena tranco el portón que daba a la calle con rapidez después de salir por este y se dispuso a buscar a Rodrygo.

En efecto el vistoso y lujoso auto del brasileño estaba parado en la calle.

Lena entro con rapidez a este, no queria ser vista por ningun curioso que pudiera comenzar a esparcir rumores.

-Hola hermosa-saluda él.

Un sonrojo atraviesa las mejillas de Lenn y ella sonrie

-Hola-dice con timidez.

Rodrygo rie ante la timidez de la chica y apoya una mano en el muslo de esta.

-¿A donde vamos?-Pregunta ella.

El chico al volante no contesta, se limita a negar con la cabeza.

-Daleee Rodryyy-insiste ella.

Pero el chico no solto ni una sola palabra, viajaron casi dos horas hasta llegar a lo que parecia que era su destino, una estancia, o como lo llamaban los europeos una casa de campo.

-¡Qué lugar más hermoso!-Exclama la chica, él sonrie contento, le toma la mano y la guia hacia adentro, allí iban a pasar el fin de semana largo.

La edificación era muy grande, al estilo antiguo, con techos muy altos, pisos de madera y ventanas grandes. Era hermosa y estaba en perfecto estado.

Rodry habia comentado que habia más empleados viviendo allí mientras ellos no la ocupaban.

-Contame de vos-pide ella.

Ambos estan tirados en una manta en el pasto, observando el atardecer.

-Soy de Osasco, Santos, Brasil. Juge en el Santos toda mi vida hasta que me ficho el Real Madrid y vinimos a vivir aqui-cuenta-mucha familia mia quedo en Brasil y los extraño cada dia y cuento los dias para poder verlos. No tengo mucho que contar, jugar al fútbol es mi vida. Contame vos.

-¿Yo? Yo soy Lena Voinescu, profesora de Ingles, Uruguaya, Montevideana, amante del fútbol, vivi toda mi vida en la fundación con Laura y Álvaro. Adoro jugar al fútbol y enseñar es mi pasión, me encantan las canciones de Tan Bionica y soy lo que ves, no hay nada más-finaliza ella.

-¿Tuviste pareja alguna vez?-Vuelve a preguntar Rodrygo.

-Si, un novio cuando tenia quince, duramos un año, se llama Lucas-confiesa ella-¿Vos?

-Si, estuve toda mi vida con la misma chica, Luana, pero terminamos hace dos años y ahora nuestra relación es de amistad.

Lena asiente, aunque ella creia en la amistad entre los exs, ella y Lucas eran el ejemplo, pero por alguna razón la idea de Rodrygo amigo de Luana la disgustaba.

-Si pudieras estar en un lugar ahora mismo ¿Donde seria?-Pregunta repentinamente él.

Lena suspira mirando el cielo.

-A mil kilometros de acá, contigo en Uruguay, mostrandote todos los lugares, olores, comidas y personas que me hicieron quien soy-responde ella.

Rodrygo sonrie ampliamente, sus ojos brillan al mirar a la latina.

-En algun momento vamos a ir juntos, me vas a mostrar todo, porque quiero ver todo lo que me quieras mostrar-dice él.

Ella sonrie esta vez, conectando su mirada con la de él, ambos ojos brillan de amor por los ajenos.

Rodry se acerco más a la chica, quien se quedo en su lugar.

-¿Qué deseas tu Rodry?-Pregunta ella.

Él no contesta, por lo menos no lo hace con palabras, acerca aun más sus caras y deposita un beso en la barbilla de la chica.

Cuando levanta la cabeza nuevamente, la distancia era tan nula que casi unia sus labios por si sola, pero aun asi alguno de los dos debia hacer ese movimiento.

El encargado de ejecutar el movimiento fue él, unio sus labios con un solo movimiento y la quimica fue instantanea para los dos.

A medida que se besaban, entendian aun más al otro, se encendia en ellos esa chispa de emoción, esas mariposas en el estomago.

El mundo habia seguido girando, obviamente, pero para esos dos enamorados, sentados en el pasto de algun lugar de escondido de Madrid, el mundo eran ellos dos, unidos mediante sus labios.

Cuando los pulmones de ambos ya pedian aire a gritos, ambos se separan con lentitud.

Se sonrien al mismo tiempo y se quedan cerca.

Rodrygo acaricia con su mano la mejilla de la chica, que con la mano que habia mantenido en la nuca de él acariciaba su cabello.

Luego de unos segundos de unicamente mirarse, él rompe el comodo silencio que los rodeaba.

-¿Que habias preguntado antes?-Dice sonriendo.

Ella suelta una risita inocente, achinando sus ojos.

-¿Qué tu que deseas?-Repite.

Haciendo sonreir aun más a Rodrygo, que hacia años no se sentia tan completo como en ese momento.

-¿Enserio hace falta que te lo diga?-contesta.

Ella se leva la mano al mentón fingiendo pensar por unos segundos.

El brasileño suelta una carcajada.

-Mmmm-delibera ella.-Supongo que si.

-A ti, a ti junto a mi, eso deseo-suelta él.

-Yo quiero que tu quieras estar conmigo-dice ella.

-Entonces esta hecho-contesta él, tirandose hacia atras y acostandose en la manta, con su mano agarra la mano de Lena entre las suyas tirando hacia él, dejandola acostada encima de él.

-Te quiero Lenn, últimamente no hay nada que me haga sentir más a gusto que estar contigo-dice él.

-Tambien te quiero y hacia años que no me sentia de esta manera Rodry, rompiste la capa de hielo que me cubria-aclara ella.

-Desde nuestra primera cita fue asi-afirma él y ella asiente.

La primera cita de ellos se concreto en una cafeteria, que Rodry frecuentaba cuando necesitaba despejarse, no habia lugar mejor para llevar a Lena.

Ambos la habian pasado muy bien ese dia, notandose el interes que ambos tenian en cada palabra que el otro soltaba.

Luego, empezaron a pasar las tardes juntos, alternando entre la casa de Rodry o algun lugar externo, incluso una vez fueron a casa de Lena a ver una pelicula.

Desde ahí a ninguno de los dos le era posible imaginarse su proximo dia sin que el otro estuviera ahí.

La pequeña Ana Julya era la más requerida, puesto que un dia a su hermano se le ocurrio la maravilla de mandarle una carta a Lena mediante ella.

Era una pequeña carta que le deseaba un buen dia, un gesto que para muchos no dice nada, pero que para Lena era atesorable y asi lo hizo, lo colgo en su cuarto.

Gesto que hizo que Rodrygo sintiera un sacudón en el estomago cuando visito la casa de la chica y vio el papel pegado en la cabecera de la cama.

Nunca se hubiera imaginado que para la chica fuera tan importante ese detalle como para guardarlo.

-¿Como era tu vida antes de venir a Madrid?-Pregunta Rodrygo.

-Dificil-confiesa-el ambiente allá era complicado y siempre teniamos miedo, Laura y yo casi no salimos y si lo haciamos era con Álvaro, él insistia en que no salieramos solas a ningun lado, después Lau se enfermo y hubo que ingresarla en el hospital estuvo al borde de no sobrevivir, pero lo logro y fue un nuevo desafio superado, para que luego, mi solicitud de trabajo fuera aceptada y me fuera del país, Álvaro y Lau prometieron acompañarme a la distancia.-Cuento.

-Eres una persona muy valiente-dice él.

-¿Por qué?

-Porque yo no se si seria capaz de enfrentar esa realidad, ni de dejar a las personas que quiero por buscar progresar, es un acto digno de admirar.

Lena sonrie.

Destino - Rodrygo GoesWhere stories live. Discover now