El inicio del fin

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Liz acomodaba las hebillas de la silla de su caballo acomodándolas con cuidado de no lastimarlo.

—¿Tienes frío? — le preguntó la joven,

—Creo que debería preocuparse por usted, su nariz está roja — ella tocó su nariz sintiendo lo fría que estaba al igual que sus manos descubiertas — se congelara si cabalgamos.

—Estaré bien Snow — respondió acariciando el cuello de su compañero sintiendo como el calor emanaba de su piel creando vapor al su alrededor.

—Princesa, la reina pidió que llevara esto — Liz miró al pequeño hombre caminar con una caja de plata entre sus manos, al Liz tomarla se dio cuenta de su peso y al abrirla eran muchísimas galletas para ella.

En cuanto las vio sintió una desesperación inmensa por comerlas todas en ese momento.

—Gracias — con cuidado las acomodo en la bolsa que colgaba de la silla de su caballo y miró a sus lobos que se encontraban esperando su orden — todos síganme — colocó un pie en el estribo y subió se un salto — andando.

***

Los tres hermanos Pevensie miraban con decepción y miedo aquel castillo imponente a la lejanía, pero en cuanto vieron como unas manchas comenzaron a acercarse supieron que algo serio pasaba.

—¿Qué es eso? — preguntó Susan al ver a la lejanía.

—¡Es la bruja! — respondió el señor castor comenzando a correr a su casa.

—¿¡Bruja!? — Peter tomaba la mano de su hermana mientras corría tratando de ir lo más rápido posible.

—La bruja blanca, sabe en dónde estamos — dijo con terror el pequeño castor, todos comenzaron a correr con más velocidad llegando en menos se dos minutos.

***

—Bran, adelantence y atrápenlos — el lobo asintió a la orden y ladró para que un grupo de los lobos lo siguiera comenzando a correr mucho más rápido — Snow, ¿estás bien?

—Llegaremos en un momento princesa — la chica se agachó pegando su pecho a la montura para sentir menos el impacto del frío tomando con fuerza las riendas.

Podía sentir la nieve que su caballo levantaba con sus matas y como el aire frío congelaba sus mejillas. A los pocos minutos los rastreadores los llevaron a una pequeña presa de castores en donde los lobos aún trataban de entrar.

Liz bajó del su caballo sacando su daga para después acercarse a la puerta.

—Bran, Gale, detrás de mi — los lobos enormes se colocaron detrás de ella esperando a la siguiente orden mientras que ella entraba al lugar con ellos detrás.

El lugar vacío por completo antes de que guardara su daga se aseguró de que no había nadie hasta que encontró un pequeño túnel al que al parecer trataron de esconder pero no se logró.

—¡Yara! — llamó la chica a su loba más pequeña por lo tanto más ágil y rápida, la loba entró rápidamente mirando a la chica.

—¿Qué necesita majestad?

—Búscalos y que no te atrapen, Bran, acompáñenla — le pidió a los más fuertes que aún esperaban su orden, los tres asintieron entrando rápidamente aullando por el camino para que sus hermanos los escuchen — síganlos — dio la orden la chica subiendo a su caballo comenzando a correr hacia donde los rastreadores los guiaban.

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⏰ Last updated: Apr 19 ⏰

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Más allá del hielo || Peter Pevensie Where stories live. Discover now