The Queen said "Hey, girl with one eye!" and the princess Viserra turned around.
Viserra Targaryen es el tercer vástago del Rey Viserys el Pacífico, justo después de su hermano muerto Baelon. Melancólica y con el cabello castaño de los Arryn, Viserr...
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N/A: Daemon nació en el 81 d.c. y Daellor en el 93 d.c, por ende existe una diferencia de 12 años. Estamos en el 105 d.c. Daemon tiene 24 y Daellor 12. El siguiente capítulo tiene escenas para adultos +16. Abstenerse a leer si provoca repulsión ( yo sólo cumplo mi deber).
capítulo tres: rondador nocturno.
Muy en el fondo de su corazón, detrás de la gran coraza de su usual mal humor y pedantería, Daemon Targaryen lamentaba la muerte del pequeño Baelon.
No más que un cachorro que no sobrevivió la noche como todos presagiaban. Era un niño sano, sus pulmones eran fuertes... Era casi un pecado que hubiese muerto, dejando tras de si a una pequeña hermana de vientre con quien había sido unido por los dioses.
Algo de ironía se prestaba para la situación. Daemon jamás olvidaría las historias sobre su tía Viserra intentando seducir a su padre. Fue en vano. En la cabeza y el corazón de Baelon no había lugar para nadie más, menos para una pequeña hermana indisciplinada.
Viserra murió una noche como aquella. Pero en esta, en específico, fue un Baelon quién abandonó el mundo escoltado por el Desconocido, o por el Dios que existiera. Daemon jamás dejaría el destino de su vida a seres tan volátiles como los dioses.
El príncipe no vió a sus sobrinos, no tuvo tiempo. En un momento estaba perdiendo contra Criston Cole, y al siguiente, bebía con su prostituta favorita en el regazo. Cuando las noticias del parto de Aemma llegaron a la ciudad, y el pueblo brindó por la unión de ambos niños y el futuro de la dinastía, Daemon se sintió desplazado.
Nunca fue el favorito para ser heredero de Rocadragón. No importaría lo que le dijese a Rhaenyra; Daemon conocía muy bien el desapego que su hermano tenía para con él, prefiriendo a un niño antes que a su propia sangre directa.
Daemon ni siquiera quería ser Rey, ni el heredero de Viserys. Quizá, nunca lo admitiría, pero quizá, en el más extremo de los casos, él sólo quería ser apreciado como cualquier otro segundo hijo.
Viserys siempre lo tuvo todo. El cariño de ambos padres, la atención de los maestres, los elogios. Mientras que él tuvo que conformarse con una madre que apenas recordaba, muerta en el parto de un hermano que nunca vió la luz. Y luego, su padre fue nombrado Heredero y todos ellos se mudaron a Rocadragón, y Daemon estaba solo y tenía miedo. Un lugar donde la magia resaltaba en poder, no podría ser jamás el cálido hogar que un niño necesitase.
Lo único bueno fue Caraxes. Era un margido como él, un sustituto. Daemon solo existía como un seguro. Un pequeño niño que serviría si algo le sucedía al primero.
Y Viserys, a pesar de su suerte, era un hombre saludable.
Increíble que con tan solo dos años de reinado, Viserys se volviera cada vez más propenso a la enfermedad.
