Que la chica se sentase en las piernas de sus amigos, eso, era lo normal en una amistad ¿cierto?
O tal vez que a todos les gustara dormir juntos, abrazados o empiernado, eso, era lo normal en una amistad ¿cierto?
También que el pecho del cenizo sea...
Veía atentamente el cuaderno para encontrar lo que necesitaba, eran trabajos de principio de mes, así que no les serían dificiles de encontrar.
Se encontraba en su habitación junto al pelinegro, ahora llegaba a ella en momentos randoms para platicar y recostarse juntos.
-Iré a explicarle al pelo de mierda y al Pikachu humano, asi que limpia mi jodida cama cuando termines.
-Claro Kats, nunca dejo sucio pff.
-Me pondría feliz que no putas ensucies desde un principio.
El rubio salió de la habitación luego de gritarle un poco más; aún así Sero sonreía verdaderamente feliz luego de su tiempo con Katsuki.
El rubio llegó a la habitación del teñido, tocó la puerta, más como un aviso de que era él, porque igualmente entró sin que los otros le dieran permiso; esos chicos había tomado la definición de privacidad y la había tirado al tacho.
A ninguno realmente le importa, en una relación así lo menos importante era la privacidad; entre ellos no habían secretos muy grandes, o vergüenza.
Habían visto muchas cosas por eso, entrado en momentos inoportunos(o bastante oportunos) así que no podía sorprenderse por lo que sus novios hacían normalmente cuando entraba en sus habitaciones.
-Jodido nerd ¿Qué mierda haces aquí?
-Hola a ti también Kacchan.
El rubio gruño mientras rodaba los ojos; caminó para sentarse junto a los otros, cerrando el círculo que había en el suelo, joder que eso sí lo había sorprendido, era algo nuevo tener al nerd de deku en sus clases de estudio.
-Lo siento, blasty; Midobro también quería que le explicaras.
Katsuki miró mal al peliteñido mientras este se escondía tras su novio rubio, había olvidado decirle a Bakugou sobre la llegada de Midobro, y lo había enojado, pero no lo mataría; no mientras estuviera con Denki... Eso quería creer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Gracias Kacchan, ahora sí que entendí...
Aunque el chico sonreía, se veía la extrañesa en su cara, esa tarde había sido la más rara de sus 18 años; nunca esperó ver a Bakugou tan tranquilo en un espacio que compartiera con él.
No le había gritando en todas las 2 horas que estuvieron ahí, cuando siquiera lo intentaba se retractaba al instante; estuvo sorprendido la primera vez que simplemente volvió a sentarse con una expresión sería, que ni siquiera duró más de 3 segundos porque Kaminari había hecho algún tipo de magia negra.
Porque al tocar su hombro para hacerle una pregunta, él... Simplemente... Relajó su ceño ¡SIMPLEMENTE RELAJÓ SU CEÑO!
-¿Estás bien, Deku de mierda?
Sí, alguien había cambiado a Kacchan, porque ese que estaba parado en la puerta de la habitación de su compañero pelirrojo, con una expresión estrañada y con un aura tan calmada... Ese no era su Kacchan.
