Mi Injusticia Soy Yo

Capitulo 6: Tener miedo

- ¡Aquí! – me gritó Theo para que le diera la pelota, y yo por mi parte no dude en tirarla desde ese punto a la canasta, y por supuesto no di en el blanco. – Vamos, déjame anotar.

Con la pelota ya en mano decidí darle la oportunidad al pequeño que había interrumpido en mi juego a solas en el jardín.

No soportaba a los niños, siempre todos los que me conocían lo tenían muy claro, pero ahora debía convivir con uno de ellos.

Así que aquí estaba en mi intento de ser agradable, aunque más bien parecía una actuación mediocre.

- ¡Mírame, mírame! - me pedía, y al tener mi atención en él, corrió entusiasmado dándole bote a la pelota, para acto seguido tirarla a la canasta y anotar un punto.

Solté un bufido, ese pequeño era tres cabezas más pequeño que yo y anotaba el punto por el cual había estado intentado hacer desde hace más de una hora.

Alice no había aparecido durante todo el día, al parecer trabajaba de lunes a domingos, excepto los viernes. Y por ello hoy debía estar en la oficina. 

La mañana había pasado tranquila, desayuné temprano para no calzar con nadie en la mesa, y luego me fui a dar una vuelta por el jardín, adentrándome en la piscina.

En el almuerzo nuevamente estuve solo, ya que al parecer Charles Hamilton decidió llevarse a Theo a comer fuera y Nikki no tenía idea que tal estaba.

Y ahora finalmente Theo había llegado con su padre, y aquí estaba.

Al final el juego ya me aburrió, y por ello decidí adentrarme en la piscina con uno de los trajes de baño que Alice me había comprado.

Una hora después, cuando ya estaba oscureciendo me fui a "mi habitación", la cual no sabía realmente como llamarla,  y escuché mi teléfono sonar desde el cajón.

Pensé en dejarlo sonar y no contestar, pero al mismo tiempo caí en cuenta que debía afrontar lo que estaba sucediendo.

Miré el nombre que aparecía en la pantalla y me calme.

Tony.

Y no dude en ser yo quien primero saludara.

- Pensé que ya te habías olvidado de mí.

Tony carraspeó.

- Me conoces, no creo que necesite explicarte porque no me he comunicado contigo.

Cierto.

Y era que Tony era la mano derecha de Marcel.

- ¿Estas borracho?

Esperé su respuesta, la cual demoró un momento en llegar.

- No, pero en un momento quizás sí.

Bien.

Esa era la pregunta que usábamos con la pandilla para asegurarnos si Marcel estaba ahí.

- Me ha estado siguiendo. – solté.

- ¿Y qué esperabas? Estaba como loco cuando supo que te habían pillado. Tienes suerte de que no ha mandado a ninguno a darte una paliza. – me quedé en silencio considerando ese punto que se me había escapado. – Eres su favorito Tuerca, agradécelo.

No pude evitar soltar un bufido.

- ¿Qué mierda debería agradecer? Preferiría no estar en su radar como Vince y GusGus.

Hubo un silencio, en el cual llegué a creer que Marcel había llegado.

Pero no.

- ¿Recuerdas cuando me dispararon en el hombro el año pasado? – no tuve que decir nada, lo recordaba perfectamente. – Habían tres chicos más heridos esa noche, Marcel solo me llevó a mí al hospital, los demás se las tuvieron que arreglar por su cuenta, dos quedaron con secuelas hasta el día de hoy y uno murió desangrado.