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.. Luz de mi vida, fuego de mis entrañas,

Sé un buen chico, haz lo que yo quiera...







Taehyung jamás había viajado en avión, así que mientras abordaban, sintió un vuelco en su estómago por la ansiedad.

—No debes preocuparte —le dijo Hoseok a su lado, escribiendo algo en su celular. De seguro había percibido sus feromonas alteradas—, será un viaje tranquilo.

—De casi diecisiete horas —farfulló Taehyung, mirando sus uñas pintadas como si así tratara de restarle peso. El día anterior había ido con una manicurista que le hizo un bonito diseño de girasoles.

—Con escala en Shanghái —le recordó el beta—, además, vas a viajar en primera clase, Taehyung, podrás dormir sin problema alguno.

—¿Dormir? —Taehyung sonrió burlonamente—. Tal vez mi papi quiera follarme...

Hoseok suspiró, un poco exasperado ante sus palabras, y Taehyung se rió con fuerza al ver su cara, sin poder evitarlo. A veces, el omega tenía que controlar sus carcajadas pues tendía... Yoongi decía que él se reía con su cuerpo, aplaudiendo y echándose hacia atrás, como si quisiera levantar sus pies. Sin embargo, cuando era más pequeño y vivía en el orfanato, los religiosos le habían dicho varias veces que un omega decente jamás debería reírse de esa forma, pues invitaba al pecado.

Pura mierda, Taehyung lo tenía más que claro, pero a veces, no podía evitar que algunas enseñanzas se quedaran en su cabeza. Además de que él sabía que, en público, reírse muy fuerte llamaba la atención de personas indeseadas.

—¿Quieres callarte, puta?

El insulto repentino lo sobresaltó, desconcertándolo brevemente antes de poner una expresión de indiferencia. No lo suficientemente rápido, se dio cuenta, al ver la sonrisa burlona de esa alfa sentada a unas sillas de él.

Qué difícil era, pensó un par de segundos, haberse acostumbrado a las palabras dulces de Yoongi y luego volver a la realidad de tan brutal manera.

Apretó sus labios y desvió la vista. Yoongi fue al baño antes de subir al avión, lo que era una fortuna, porque montaría en cólera si hubiera escuchado esas palabras. Lo que menos quería era provocar un escándalo, no quería que lo bajaran del avión. Él estaba seguro de que buscarían cualquier forma para humillarlo y hacerlo sentir menos, era lo que siempre ocurría a donde quiera que fuese.

—Discúlpese ahora, señora.

La grave voz de Namjoon lo sacó de sus pensamientos. Su guardia personal estaba de pie frente a la mujer con aspecto duro y Taehyung se percató de las personas a su alrededor mirándolos con gesto sorprendido. ¿Tan fuerte lo había ofendido esa mujer como para que escucharan?

Hoseok guardó el celular, observando a la alfa con tranquilidad. Taepyung, Dohyeok, Matthew y Dongho estaban también de pie detrás de Namjoon, con las manos detrás de sus espaldas y rostros tensos.

—¿Qué? —dijo la mujer, incrédula—. ¿Disculparme por qué? ¿Esta puta cree que puede reírse como una zorra en cualquier parte?

Lo siguiente fue muy rápido: Namjoon agarró a la mujer del cuello sin decir algo más, levantándola. La alfa chilló por la sorpresa y la gente a su alrededor se sobresaltó, alejándose lo más posible de ambos alfas. Incluso Hoseok saltó en su lugar, olisqueando esas feromonas amenazantes, tanto de Namjoon como de la mujer.

—¿Qué está pasando?

Yoongi apareció, seguido de Hyunjoong y Hwitaek. Observaba la escena con una ceja enarcada, ignorando las feromonas alfas a su alrededor.

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