xii. department of mysteries

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—Bueno, no importa —dijo Harry con frustración—, porque de todos modos todavía no sabemos cómo vamos a ir…

—Creía que eso ya lo habíamos decidido —terció Luna—. ¡Volando!

—Mira —dijo Ron, que parecía que ya no podía contenerse—, tú quizá puedas volar sin escoba, pero a los demás no nos crecen alas cada vez que…

—Hay otras formas de volar —puntualizó.

—Sí, claro, ahora nos dirás que podemos volar en un scorky de cuernos escarolados o como se llame, ¿no? —dijo Ron.

—Los snorkacks de cuernos arrugados no pueden volar —aclaró Luna muy circunspecta—, pero ésos sí, y Hagrid dice que siempre encuentran el lugar al que quiere ir la persona que los monta. —Y señaló hacia el bosque.

Aunque Megan no sabía que era lo que estaban viendo notó que había pisadas en medio de los dos árboles detrás de ellos. Harry pareció sorprendido y se acercó hacia el lugar, estirando el brazo y acariciando algo. Debían ser los thestrals, aquellas criaturas que vieron en clases tiempo antes y que casi nadie podía ver a excepción de si habías visto a alguien morir. Le hubiera gustado verlos, pero si eso significaba presenciar una muerte suponía que de esa forma estaba mejor.

—¿Qué son, esa especie de caballos? —preguntó Ron con aire vacilante, dirigiendo la mirada hacia un punto situado más o menos a la izquierda del thestral que Harry estaba acariciando—. ¿Esos que no puedes ver a menos que hayas presenciado cómo alguien estira la pata?

No pudo evitar soltar una gran carcajada, escuchando después como decían que había dos y Hermione puntializaba que necesitarían dos más. Luna con calma dijo que eran siete, por lo que Harry insistió en que no podían ir todos y ellos (incluyéndola) no debían ir con la excusa de que no había más thestrals.

—Tranquilo, vendrán más —sentenció con aplomo Ginny, que, como su hermano, miraba con los ojos entrecerrados en donde suponía que estaban los animales.

—¿Por qué piensas eso?

—Porque, por si no te habías dado cuenta, Hermione y tú van cubiertos de sangre —explicó Ginny fríamente—, y Hagrid utiliza carne cruda para atraer a los thestrals. Supongo que por ese motivo han venido esos dos.

Quiso preguntar de dónde provenía la sangre, pero temía que no le gustará la explicación entonces se quedó callada. En ese momento ya comenzaba a sentirse nerviosa de su nueva y probablemente peligrosa aventura, así que prefería ir solo con ellos para no arriesgar a Layla o Wayne. Algo dentro suyo le decía que sería muy peligroso y más considerando el contexto incompleto que tenía; por un momento deseó tener a Fred con ella y le causó vergüenza imaginarlo.

—De acuerdo —al final dijo Harry, resignado—. Ron y yo agarramos estos dos e iremos por delante; Hermione puede quedarse aquí con ustedes cuatro y así atraerá más thestrals…

—¡Yo no pienso quedarme atrás! —chilló Hermione, furiosa.

—No hará falta —afirmó Luna, sonriente—. Mira, ya llegan más… Deben de apestar…

—Vale —aceptó a regañadientes—. Elijan uno cada uno y súbanse.

Claro que para Harry, Neville y Luna fue sencillo porque podían ver thestrals, así que tuvieron que pedirle ayuda a Luna para subirse. A pesar que Megan estaba dispuesta a subirse a algo que no podía ver, los otros tres lucían un poco escépticos y temerosos a hacerlo así que fue después de varios quejidos y exclamaciones. Era extraño no saber dónde exactamente estaba, por suerte había visto dibujos en libros sobre las criaturas y podía darse una idea.

²   beya   ★   fred weasleyWhere stories live. Discover now