¿Porqué lo hiciste? | Francis Mosses

El lechero guapo.

Una disculpa si la lectura tiene alguna palabra mal escrita o no tiene poquita lógica, se corregirá🍓.

—Le vuelvo a recordar que este es un trabajo muy peligroso, así que cuento con usted para cuidar el edificio— dijo aquel chico guapo con mucha seriedad en su rostro.
— Claro señor, ya verá que haré un buen trabajo — le regale una sonrisa. — Espero que si, bueno, lo dejo que haga su trabajo, nos vemos — salió del cuarto.

Me senté en la silla mientras silbaba, mire la pared que estaba en frente de mi, en medio tenía un ventanal no muy grande pero lo suficiente para poder ver bien a las personas que estuvieran frente a este. — Espero no morir en mi primer día de trabajo — suspire con pesadez al recordar a mi gatito y a mi madre que me esperan por mi en casa.

— Hola— aquella voz me sacó de mis pensamientos, y aquí empieza lo frustrante y difícil de este trabajo, pero, ¿que hacía?, tiene muy buena paga por sacrificar tu vida.

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— Puede pasar caballero — quite el candado que tenía la puerta metálica dejando pasar aquel vecino con traje muy elegante. —Que tenga linda noche— se despidió de mi con una gran sonrisa, cuando entro inmediatamente volví a poner el candado de la puerta.

Recargue mi espalda en el respaldo de la silla, cerré mis ojos cansados, afortunadamente solo un doppelgänger se avía parado enfrente de este ventanal, lo descubrí porque no tenia la solicitud de ingreso y por que dijo que le gustaba la carne de humanos. — Idiota — dije en un susurro.

—Mmm... ¿hola?— me sobresalte al escuchar esa voz cansada, me enderecé acomodándome en la silla — Buenas noches, sus papeles por favor— levante la mirada y no lo podía creer, ese hombre, ese hombre es jodidamente guapo, si cansado se miraba guapo no me imagino descansado, y para rematar, ese traje de lechero le quedaba genial.

— ¿Todo bien con los documentos?— pregunto el lechero con preocupación. — Permítame — le aclare mi gárgara y revise los documentos.

Me sorprendí al ver que el vivía en el mismo piso que yo, solo que a tres departamentos de distancia. Aparte de eso todo indicaba estar en orden, por casualidad volví a revisar su documentos confirmando que todo estaba bien y que es el mismo piso en donde vivo — muy bien señor Francis , puede pasar — le abrí la puerta, se despidió y aquel hombre tan guapo entró al edificio, rezaba para que no fuera un doppelgänger, pasaron varios minutos y suspire, yo sabia que el no era un monstruo.

Mire el reloj del cuarto que marcaba las 7:00pm, mi hora de salida del trabajo, afortunadamente yo viví en este mismo edificio así que no avía algún problema.

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Estaba listo para irme a dormir pero ese Francis no salía de mis pensamientos, ya me imaginaba una vida entera con el, nuestros hijos eran unos lindos gatitos, para ser exactos, tres gatitos de diferentes colores.

— Maldito lechero, estás volviéndome loco y eso que solo te vi una vez — me mordí el labio inferior y... no podía dormir pensando en el lechero guapo.

A la mañana siguiente me levante muy temprano para poder ir a mi trabajo, en toda la noche no pude dormir pensando cómo sería mi encuentro y vida con Francis. Salí de mi departamento con tranquilidad, caminaba hacia el elevado con las manos en mi bolsillo.

— Buenos días — me gire lentamente al escuchar ese saludo, era  el, Francis, se miraba más guapo que anoche, su uniforme impecable sin ninguna mancha o arruga en su uniforme — Buenos días señor Francis — lo salude con energía.

Nos quedamos unos segundo mirándonos fijamente asta que el sonido de las puertas del elevador se abrieron, ambos entramos al elevador.

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