2.3

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Qué curioso como pasa el tiempo; Es tan relativo, pareciera pasar tan rápido y a su vez tan lento.

Apenas habían pasado unos cuantos días, pero se había sentido como una eternidad.

Y es que la espera carcomía sin piedad, aun sabiendo que regresaría, pareciera que no, no cuando el tiempo pasa tan lento.

Perdida viendo al techo y recostada en su cama, intentando encontrar la posición correcta; Apretando las piernas, moviendo la cadera, girando sobre su espalda, abrazando la almohada, viéndose a través del espejo frente a la cama, cambiando de canción...

Agh, que difícil.

Con un pequeño pataleo y sofocando un grito de frustración contra la almohada, suspiro profundo y se recargó sobre sus antebrazos, acomodó su cabello y resopló, tomó su teléfono y vio la hora, se limitó a hacer un puchero.

¿Por qué todo va tan lento?.

Volvió a recargar su espalda sobre el colchón y con pesadez se levantó para tomar unos shorts de pijama.

Su cabello revuelto y pequeñas pecas sobresaliendo, sus pestañas sin peinar y sus labios partidos, sus pocas ganas de existir la delataban.

Ella solo anhelaba verlo.

Bajo las escaleras para tomar una bolsa de golosinas y una gaseosa, volvió a su habitación y decida a sentirse mejor mientras esperaba su llegada.

Hizo lo que cualquiera.

Lo más lógico.

Puso música, abrió la lata y comenzó a comer los pandas de gomitas mientras esculcaba su clóset, después de todo tenía que escoger algo lindo pero sencillo.

Adelaide tendría una cita.

Con Sebastian.

Ella llevaba la cuenta de cada cosa, era su quinta cita y no sabía que harían esta vez. Siempre era algo nuevo, o quizá no, pero cada experiencia le parecía diferente.











¡Oh- lo olvidaba!.

Su relación... sobre lo que va la historia, iba de maravilla.

Ella comprendió que no siempre tendrá al público contento, y que no es una mala persona por estar enamorada.

Él se limitó a recalcar lo enamorado que estaba, cada vez que le preguntaban por ella.

Todo marchaba de maravilla, o al menos así parecía.

Y genuinamente, todo era amor.

Intentaron dejar todo de lado, aunque era difícil.

Lo importante era que se tenían el uno al otro y su amor era incondicional.

Así que sí, no había de que preocuparse por el momento.

Bueno, quizás si.

Pero es lo de menos.











Vettel perspective










Moría por abrazarla y decirle lo mucho que la amo, esperando que sus mejillas se sonrojen y sus ojos conecten con los míos, derritiéndose en una sonrisa.

Tocar su cuerpo y perderse en él, recitarle poemas y hacerla sentir amada.

Amarla con intensidad.

Llenar su cara con besos y escucharla reír mientras me llama tonto cuando le digo lo preciosa que es.

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⏰ Last updated: Apr 12 ⏰

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My little girl - Vettel!Where stories live. Discover now