Capítulo 71| Huricihan

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Mahşa había descubierto algo fascinante gracias a la ayuda de Neelam y de Rüstem, aquella noticia pondría si o si a Iskender en el trono, por ello  debía de manejar todo con sumo cuidado.

—Neelam, ¿cuando te casaras? Deja de pretender a ese guarida de quinta y busca un buen esposo, ya Aytaç y Raziye están casadas.

—Los hombres no me interesan para el matrimonio, me gustan más para divertirme - Mahşa suspiro —No te amargues por eso, mejor dime ¿que haremos con esta información?.

—Rustem lo guardará en el palacio, cuando llegue el momento lo usaremos.

—Bien hermana, iré a ver a Süleyman agha - Neelam se puso de pie y salió.

—Mocosa tonta.

—¿Por qué no te agrada? - Rüstem la abrazo por la espalda y acaricio su vientre —¿Te gusta acaso?

—Si me gustará ya fuera mío  - Rüstem sonrió y beso su hombro. —Solo hay algo en el que me desagrada, el bebé lo siente también.

—Ve a descansar, me haré cargo de los niños y de mantener vivo a nuestro huésped.










—Ve a descansar, me haré cargo de los niños y de mantener vivo a nuestro huésped

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Se habían reunido para celebrar la circuncisión del príncipe Murad y de los sultanzades Selim, Abdullah y Kenan, como era una fiesta importante todo el imperio debía de celebrar con jubilo y alegría

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Se habían reunido para celebrar la circuncisión del príncipe Murad y de los sultanzades Selim, Abdullah y Kenan, como era una fiesta importante todo el imperio debía de celebrar con jubilo y alegría.

Los príncipes de Nükhet llegaron a la capital para celebrar junto a su madre a los pequeños sobrinos.

—Mis nietos - Nükhet tomó en brazos a Murad —Eres tan hermoso como tu madre y tienes el cabello rubio como tu padre  - Nükhet beso su frente —Allah lo bendiga Nurbanu.

—Gracias sultana, pronto tendrá otro nieto...

—¿Estas embarazada?

—Así es sultana - Nükhet sonrió alegre.

—Allah mediante nazca sano y salvo, no importa lo que sea.

—Gracias sultana - Nükhet sonrió.

—La ceremonia iniciará pronto, dejemos a los príncipes solos - Nükhet se puso de pié —Vamos al harem.










𝐔𝐧𝐚 𝐣𝐨𝐲𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨 | 𝐒𝐮𝐥𝐞𝐲𝐦𝐚𝐧 𝐈© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora