Contra tiempo ✔ [#2]

🌀 CAPÍTULO 26 🌀

Elizabeth

Un viento helado movía su cabello de un lado a otro, sus ojos se cerraban de vez en cuando, sus manos estaban muy lastimadas por intentar no soltar la cuerda del bote, pero eso no le impedía seguir remando. Elora que estaba sentada enfrente de ella, se veía cansada por el esfuerzo de estar remando.

—Sería bueno que descansaras —le dijo Elizabeth mirando a la reina.

—No voy a dejar que remes tú sola hasta aquella isla —protestó Elora con una sonrisa.

Elizabeth negó con la cabeza sin dejar de sonreír, miró el cielo nocturno y comenzó a ver las constelaciones para verificar que iban por buen camino. Recordaba los dibujos de constelaciones que había hecho en el castillo del reino de Amadahi, empezó a ver con mayor detenimiento las estrellas para poder ubicarlas y encontró la constelación de Escorpio y sintió una energía pasar por su cuerpo.

—Esa es la constelación de Escorpio —dijo Elizabeth señalando con su dedo las estrellas que formaban la figura de un gancho con tres líneas rectas.

—Eso puede significar que la isla puede estar en aquella dirección —sonrió Elora mirando el cielo.

Las dos chicas se apresuraron en remar en la dirección en que estaba Escorpio. Las manos de Elizabeth ardían, mordía el interior de su mejilla para no pensar en el dolor de sus manos y solo concentrarse en la isla, Elora estaba tan concentrada en algo que estaba pasando por su cabeza que no notaba el dolor de su amiga y ella así lo prefería, no quería preocuparle con otras cosas que no eran tan importantes.

Las horas pasaban y el viento golpeaba más fuerte provocándoles mucho frío, Elizabeth trataba de cubrir bien su cuerpo para no morir congelada, ya que solo traía el vestido, las botas y la capa, mientras que Elora llevaba puesto una capa caliente que, en momentos se la llegó a ofrecer a Elizabeth y en todas las veces la rechazó.

Los ojos de Elizabeth pesaban, pero trataba de no quedarse dormida, Elora se había quedado dormida en algún momento de la noche sin que la chica rubia se hubiera dado cuenta. Los primeros rayos de sol iban apareciendo en el cielo y eso la alivió un poco, ya que ahora podría ver bien la brújula que Amanda le había entregado.

Acomodó los remos para que no se salieran del bote y de su capa sacó la brújula, el aparato apuntaba hacia su lado izquierdo y supo que ese era el norte, entonces iban por buen camino, estaban en el este. Dejó la brújula encima de una madera levantada, tomó sus remos y siguió remando.

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Elora remaba con más fuerza, ya que Elizabeth tenía ya sus manos llenas de ampollas y de cortes que le impedían seguir remando, llevaban cinco días remando noche y día, ya se habían acabado el agua de la cantimplora que les había dado Amanda y estaban muy sedientas. Desde que habían abandonado el barco de Will, no habían descansado ni un segundo y mucho menos Elizabeth.