Faldas

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Spreen realmente está haciendo un esfuerzo sobre humano para aguantar las ganas de reír al ver a Carre y Roier usando aquellas faldas que su padre le había comprado.

Se me están ventilando los... Pensamientos—se corrigió rápidamente, no sabía si podía decir ese tipo de palabras. Y mucho menos si Spreen se enojaría por ello.
Tenían confianza, pero no mucha.

Mientras que Carre.
Era Carre.
Así que;

A vos los pensamientos y a mí los huevos.
Que es cómodo, eso sí— Posaba de lado mientras se pone una mano en la cintura. — ¿Se me ve mucho culo o es normal?

Los tres se soltaron a reír.
Si que era interesante visitar la casa de los Rubegetta.

Si bien la morena tenía muchas cosas que eran de "chicos", su habitación se dividía en dos.
En una parte tenías una pared llena de funkos, figuras de acción y posters de diversas películas y/o videojuegos, junto con su ropa usual.
Y por el otro lado destacaban peluches de gatos y unicornios, vestidos pomposos de princesas y mucho brillo.

Cualquiera que entrase pensaría que era el cuarto de un niño y una niña.

— Aunque una cosa si sigue siendo algo incomprensible.
¿Era necesario el brassier?- preguntó Roier sin dejar de ver a Carre, quien seguía posando frente al espejo

— No sé, ¿Vos qué decís, Spreen?

La morena le vio confundida.

— No sé de dónde sacaste eso porque mío no es. Pensé que vos lo traías entre tus cosas o algo.

Mientras ellos discutían de donde había salido, teníamos a Rubius - digo - Rubí. Buscando su brasier rojo pasión para su cita con Veg.

Ya que su hija tenía buenos amigos y los vecinos estarían atentos a todo, ellos podían darse el tiempo de salir como cuando eran novios.

¿Me lo puedo quedar?— volvió a comentar Carre terminando de acomodarse la ropa— Ya que no es tuyo y dudo que Ro se ponga esto, porque seamos sinceros.
No lo luce igual.
Yo tengo el encanto.
Sería buena idea que lo tuviera para mí.

Al decir eso se llevó una mano al cabello para peinarlo y cambio la pose al inclinarse hacia adelante como si quisiera "presumir" su pecho. El cual para rellenar la prenda tenía mucho papel higiénico dentro.

— ¿Qué no tengo encanto? Es que yo soy más de vestidos. ¿O no te acuerdas de como me veía en el cumpleaños de Spreen? Estás celoso de que no tienes la cintura para esa ropa— le sacó la lengua "molesto". Aunque desde lejos se veía que lo decía todo en joda.

— Ah no, eso sí que no. — se llevó la mano al pecho, muy ofendido. —¡Dame tus mejores vestidos, Spreen!
Que tengo que mostrarle que es una buena cintura.

Y puede que con eso Spreen se dió cuenta que podía divertirse con "cosas de niñas"
Le encontró por fin un uso útil a toda esa ropa y bueno, puede que ella también se divirtiera usándola en compañía de Carre y Roier.

— Ya señoritas que ambas son muy bonitas pero la que seguramente gana aquí será la que pueda modelar la ropa con estos.— mostró un par de tacones rosas siendo el más grande reto para ambos chicos.

Ojalá nadie termine con una pierna rota.
(Spreen) O el brazo fuera de su lugar (Carre).

Sp(reen)ring/PrimaveraWhere stories live. Discover now