How to heal a heart / Charlos [Libro 3]

2.- Nueva primera cita

—¿Y cómo se supone que van a empezar de nuevo? Digo ¿Cómo funciona eso?.— Lance se se taba en el sillón junto a Fernando.

—Pues, no tengo idea, no creí que llegaría tan lejos.— Rió.— Pero supongo que es como la primera vez ¿No? Tengo que invitarlo a salir y esas cosas.

—¿Y cómo fue?.— Lance sonrió.

—¿Qué?.— Carlos lo miró confundido.

—Su primera cita.— El canadiense rodó los ojos.

Su primera cita ¿Cuál debía contar como su primera cita? ¿El día del café en Maranello? ¿La primera comida? ¿Cuándo le preparó hamburguesas? ¿O hasta Mallorca?.

Bueno, en teoría las primeras salidas podían considerarse solo amistad, Mallorca fue el inicio de todo.

—Lo llevé a Mallorca.— Hizo una mueca y se rascó la nuca.

—Apantallando, grande Sainz.— Checo soltó una carcajada haciendo ruborizar al madrileño.

—Quería privacidad.— Murmuró.

—Bueno quizá podrías empezar con algo más sencillo.— Lando rió.

—¿Cómo qué?.— Ladeó la cabeza.

Jamás había pasado por el proceso de conquistar a alguien, no tenía idea de cómo hacerlo, quizá debería empezar a pedir consejos a sus amigos para que le ayuden a conquistarlo.

—Podrían darme consejos para conquistar a Charles.— Sonrió orgulloso de su idea.

Fernando rio y negó con la cabeza.— No creo que sea buena idea, quizá no salga como lo esperas, tu conoces a Charles mejor que nosotros.

Tenía razón, tal vez no era la mejor idea.

—Podría mandarle flores.

—¿Es alérgico?.— Sergio levantó una ceja.

—No, creo que no.— El español negó.

—Bueno entonces es una buena idea.

—También podría invitarlo a salir, algo tranquilo, no se, esto es muy difícil, yo solo quiero abrazarlo y no soltarlo jamás, pero entiendo que quiera llevar todo con calma.— Pasó los dedos por su cabello en un intento de peinarlo.— Me gustaría que hubiera un manual o algo así que me dijera exactamente que tengo que hacer.

—Somos humanos, no máquinas estandarizadas que responden a algo estructurado, solo deja que las cosas fluyan y verás que saldrá bien.— Checo le dio una cálida sonrisa.

—¿Entonces?.— Carlos levantó ambas cejas.

—Invítalo a salir.— Lo alentó logrando que el español asintiera.

Se sentía realmente nervioso, como un adolescente intentando invitar a salir a su crush, sabía que no sería rechazado pero no evitaba sentir como le sudaban las manos.

El resto de la tarde y noche se la pasó investigado acerca del significado de las flores para poder darle a Charles las indicadas. Al día siguiente terminó optando por algunas.

Con el corazón en la mano y el ramo en la otra, tocó la puerta del monegasco quien tardó unos segundos en abrir.
Charles, al ver a Carlos parado frente a él con un ramo de flores no pudo evitar sonreír.

—Hola.— Murmuró Carlos.

—Hola.— Dijo con una sonrisa.

—¿Cómo estás?.— Preguntó inspeccionadolo.

Tenía ropa deportiva, probablemente había salido a hacer ejercicio antes, se veía muy bien, cómodo, lindo.

—Muy bien, gracias.— Respondió sin quitar la sonrisa. La visita le había caído por sorpresa pero estaba feliz de verlo nuevamente.