un perro en bonten 🐾

|•°¿mikey es un perro? 😟°•|

Los miembros de bonten, haitani rindou,
Haitani ran, sanzu y su líder manjirō Sano, ahora mismo se encuentran en una misión, eliminar al enemigo.

—–¿Tus últimas palabras?—
el peligrosa apuntó con un arma al sujeto traidor, amenazándolo de muerte mientras este lloraba asustado, se arrodilló frente al que le parecía más tranquilo y rogo por su vida
desesperado—

—– se lo ruego porfavor ¡tenga piedad de mi! ¡Ayudeme! —Miró al Albino pero este pareció ignorarlo, estaba acabado—

Finalmente lo asesinaron, pero, un sonidito los hizo estar alerta, maldición, habían puesto una bomba, se miraron unos a otros, ¡era momento de correr!. Todos salieron del edificio abandonado con unos cuantos rasguños, afuera los esperaban en un auto color negro los demas miembros de bonten

—– oigan, ¿y el jefe? — preguntó el peliblanco al no encontrar a su líder entre los que habían salido —

—– mierda, ¡el rey! — corrió como pudo de vuelta al edificio, temiendo por la vida de su preciado rey — ¡mi rey! ¿Donde esta? —busco entre los escombros pero no halló nada, volvió a llamar desesperado al Albino y finalmente una figura se hizo presente—
No. . . Puede

—–ser. . . — acabo la frase su compañero de cabello morado, que volvió también preocupado por su lider acompañado de su hermano mayor—

—– imposible— tomó entre sus manos al pequeño peludo y lo miro por unos segundos, analizando cada detalle del canino— chicos, confirmado, si es el jefe

—–tiene que ser una maldita broma, ¡el rey no puede convertirse en un animal! ¡Eso es imposible! — exclamó, para el
Peligrosa era irreal que sucediera algo así —

—– pero se parece demasiado, además no hay nadie aquí más que este perro —envolvió al peludito con su chaqueta y a patadas tuvo que sacar a su compañero del edificio, al salir los demas miembros los miraron confundidos al no ver a su lider—

—–oigan, se supone que fueron a traer a mikey no a ese perro —dijo Mochizuki alterado, le estaba preocupando no ver a su jefe—

—– ¿es tu nueva mascota ran? ¿Por que no está el jefe con ustedes? —Kokonoi invadía al trío con preguntas—

—–este es el jefe, koko — el mencionado abrió sus ojos más de lo normal, para luego soltar una carcajada —

—– que buen chiste rindou, pero esto es serio, ¿donde mierda esta mikey? —preguntó arto del comportamiento de esos tres, el solo quería saber dónde estaba su jefe, ¿tan difícil era darle una respuesta coherente? —

—– esto no es ninguna puta broma koko, este es el rey, no sabemos cómo pero ahora se ve así —subió como si nada al auto acompañado de los hermanos haitani, no estaba de humor para discutir —

—– ¿mikey es un perro?— se acercó al haitani mayor con curiosidad, ¿su jefe era un perro ahora? Difícil de creer pero sin embargo era muy parecido— koko, tienen razón, el jefe se convirtió en un perro, no hay duda, es idéntico —menciono asombrado, nunca antes había escuchado algo igual. El peliblanco volteo su cabeza y empezó a analizar al pequeño ser que dormía plácidamente en el regaso del haitani—

—– no puede ser— estaba atónito, ¿su jefe convertido en un perro? No, se negaba a creer semejante estupidez— ¡dejen de bromear par de idiotas y vayan a buscar al verdadero jefe de una vez!

—– imbécil, te estamos diciendo que este es el jefe, hemos buscado por todo el edificio, ¡no hay nadie más que este perro! —estaba empezando a alterarse, si dudaba de ellos ¿porque no sólo hiba al edificio y lo comprobaba por su maldita cuenta? —

—–Rin, calmate —intentó tranquilizar al bicolor, pero este estaba ya muy encabronado—

—– ¡dejame kakucho! Yo estoy diciendo la verdad, carajo, me va a dar dolor de cabeza—se preocupó, no quería tomar una pastilla para el dolor de cabeza, las odia—

—– ya te lo dije, no pienso caer en sus putas bromas de mal gusto, no existe persona que pueda convertirse en un animal ¿acaso no lo entiendes? ¿O eres tan imbécil que no te das cuenta? —esa fue la gota que derramó el vaso, Rindou estaba listo para atacar—

—–¿como mierda me dijiste? —solo necesitaba una respuesta, solo una respuesta y se lanzaría a atacar como gata en celo—

—–¡guarden silencio! —gritó el haitani mayor, luego volteó a mirar a su líder y una pequeña sonrisa se formó en su rostro— el jefe porfin esta durmiendo —empezó a acariciar el pelaje del cachorro, los demás miembros solo sonríenron enternecidos ¡su jefe se veía muy adorable en su forma canina! Hasta el mismo Koko calló en los encantos del pequeño animalito que se encontraba descansando —

—– bien, supongo que les creeré lo del Jefe, ahora tenemos que irnos, seguramente la policía no tardara mucho en venir— mencionó en susurros, estaba conmovido, era la primera vez en muchos años que volvía a ver a su jefe dormir tan tranquilamente — lamento haberte llamado imbécil, Rin —se disculpó, no es que quisiera haberlo llamado de esa forma, es solo que estaba preocupado por su jefe, necesitaba saber que había sido de el —

—–Koko. . . — solo se limito a sonreir, hajime no era de disculparse. Sin embargo sabia que el también había llamado al chico de esa forma — tambien lamento haberte llamado imbécil Koko, aunque si lo eres —pronunció esto último en susurro para que el mayor no lo escuchara—

—– te escuche—no le tomó mucha importancia y empezó a manejar hasta la mansión—

Ya en su hogar, todos se quitaron los zapatos y se cambiaron de ropa a una más comoda, Rin y Sanzu se bañaron, andaban sucios debido a que ellos fueron quienes se encargaron del asesinato. Mientras los dos chicos se bañaban el haitani mayor, Ran, se encargó de hacer la cena, claro que con la ayuda de kakucho, porque si el lo hacia solo esta asegurado que algo terminaría explotando

Finalmente acabaron la cena, llamaron al resto, todos bajaron al piso de abajo donde se encontraba el comedor y la cocina, Ran les sirvió un vaso de jugó de naranja con unos cuantos dorayakis a sus compañeros.

—– ¿y Mikey? — preguntó Hajime, no lo había visto desde que llegaron a la mansión

—–oh, el esta durmiendo en el sofá —señaló al peludito el cual se encontraba tapado con una mantita durmiendo como un bebé en el sofá —

—–¿hasta ahora no a despertado? —
Entendía que estuviera cansado, ¿pero tanto así? No es como que le molestara al contrario se sentía alegre al verlo dormir —