Un amor como el fuego, ardiente pero destinado a extinguirse.
Dejo de ser la belleza de circasia a ser la sultana más poderosa.
Aquella que hizo a todos temblar y pedir perdón de rodillas.
Para el sultán Gaia era " una joya en el palacio"
Y para otr...
Hürrem regreso al palacio dos meses después a como Nükhet le había indicado, en aquel tiempo Fatma había estado tranquila enviando seguidamente a Nazenin con Süleyman, por lo cual ignoraba que Hürrem volviera tan pronto.
—Bienvenida - Nükhet sonrió al verla.
—¿Te divertiste sola?
—Fue aburrido.
Nükhet había evitado ver a Musa o a Ivan como fuera posible.
—Supongo que Fatma esta tranquila.
—Nazenin esta embarazada - Hürrem detuvo su andar —Tiene dos meses, la sultana la cuida como oro.
—¿Lo dejaste así?
—Tengo mis planes, así que calma, vamos al interior, hablemos de otras cosas, su majestad se va hoy y Kelebek se casa mañana.
—Vamos a despedirnos entonces.
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Süleyman se fue sin mirar atrás, sin despedirse de Hürrem o sin si quiera mirar a Nazenin, Nükhet debía que vendrían problemas pero ahora lo más importante era que Kelebek se fuera del palacio.
Una boda que para dos amantes era un dolor, Gizem hatun ayudo a Kelebek a prepararse, veía el velo caer por su hermoso rostro y veía a su amada irse con otra persona, deseaba que Kelebek enviudara pronto para estar juntas sin importar el que.
—No estés triste - Kelebek alzó un poco su velo y la beso —Tú eres mía y yo soy tuya.
Desde aquella vez que habían confesado sus sentimientos, ambas habían comenzado una peligrosa relación, Gizem había sido la mujer de Kelebek y le gustaba la idea de sentirse amada.
Ambas habían pactado que Kelebek fingiria estar embarazada para que Mahmud paşa no sospechara nada, pero en el fondo ambas sabían que el paşa las descubriría.
—Ya es hora sultana - Gizem se alejo algo apesarada, Kelebek sonrió a medias y salió seguida de su séquito nupcial.
