CAP 2: Adam

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Molestarla es mi hobby favorito. Desde que llegué, ella es la única a la que le caigo mal. No voy a mentir, al principio me impresionó que pensara que era un milloneta sin cerebro que solo piensa en tías, porque si tengo cerebro, pero, luego me entretuvo molestarla y ver cómo caben tantas emociones en un cuerpo tan pequeño.

— Eres lo peor— dice entre risas Benjamin, mi primo, él es el que más se divierte en esta situación, en cambio de su hermano, que solo niega desde el asiento trasero y sigue metido en su juego. Es un amargado.

— No te hagas, bastante que me sigues la corriente cuando la molesto "bebé"— me da una colleja, odian que lo llamen así y es el apodo más dicho por Gabriela.

— Vale, vale ya no juego— este niño tiene manos fuertes, a pesar de tener una apariencia delicada, es decir, trae maquillaje sencillo y rosado,tiene ojos rasgados pero no tanto, de color marrón oscuro, su pelo teñido de castaño claro con mechas ligeramente rosas, piel vainilla y suave como porcelana y sin olvidar su delgada y delicada apariencia, todo un modelo, pero, cuando se enoja, parece el mismísimo Satanás en persona, a diferencia de su hermano, el tiene el pelo castaño oscuro, piel vainilla pero un poco pálida de no coger el sol o salir, unas ojeras un poco notables pero no tanto, va al gimnasio conmigo así que tiene ciertos músculos, pero su cara de culo echa a perder todo lo trabajado, es un desperdicio para la humanidad. Llegamos a nuestra parada bastante rápido, entre risas y peleas se hizo divertido el trayecto, mamma quiere que veamos como es la vida de una persona normal a pesar de ponernos un coche desde la parada a casa porque hay que subir una subida bastante larga, cosas totalmente contradictorias. Cuando entramos a casa, lo primero que me encuentro es a mi hermana peleando con mamma, el día que eso no suceda hacemos una fiesta.

— ¿Ahora por qué pelean?— Benjamin es el primero en intentar solucionar el problema, y se lo agradezco porque me da pereza hacerlo.

— ALGUIEN no me deja hacer MI trabajo y siempre está metida en todo— protesta mi hermana haciendo claro de quien hablaba, mamma.

— Si supieras hacerlo bien, de verdad, no se como tu padre te dejó a cargo, eres inutil para eso— mamma nunca regula lo que dice, y mi hermana es demasiado orgullosa para no responder.

— ¡Sí sé hacer mi trabajo, solo que no con tus métodos de la prehistoria!— ahora me toca intervenir, se cuando ambas están a punto de colapsar y mi hermana ya está soltando chispas.

— A ver, cálmense, mamma deja que mi hermana haga su trabajo en la empresa, tú haz el tuyo en tu empresa. De todos modos, ya papá se pondrá en contacto con ella si hace algo mal— siempre es lo mismo, estas dos no se como pueden ser madre e hija.

— Yo me voy, ya me cansé de esta señora— mi hermana es así, siempre huye para relajarse.

— Adiós hermanito— me revuelve el pelo y se va. Yo, Jonathan y Benjamin vamos a mi habitación a jugar un rato, como siempre, después hacer tareas y dormir, esa es la rutina diaria, de vez en cuando variamos haciendo algunos directos, o cuando tenemos trabajo.

Me acosté en mi cama un rato a estudiar el guión de la película que empezaré a grabar dentro de poco "Enemigos del Amor", una historia de una chica que llega nueva a un lugar e inmediatamente se hace enemiga de los jefes del cole, no se porque vino la imagen de Gabriela a mi mente, esa chica de 1.60, morena con pecas, ojos castaños oscuro, que se ven tan profundos, como si guardaran el mayor secreto de la historia, ese pelo largo y ondulado, un poco más abajo de los hombros que en pocas ocasiones trae suelto, sus labios... su sonrisa, parecida a la de un pequeño conejo, esa actitud dramática, mandona e infantil, pero a veces, en ciertos momentos, solo por algunos segundos, deja caer esa máscara que tanto se empeña en poner. Se parece tanto a la chica de este guión, pero al mismo tiempo, tan diferente

— Creo que me estoy volviendo loco— Ava me mira, llegó hace un rato y me está ayudando con el guión.

— ¿Qué pasó?— dudo unos minutos si decirlo o no—. Vamos dilo, soy tu hermana no un asesino serial— es verdad, siempre esta hay para dar los mejores consejos.

— Hay alguien... una chica... ella, me parece curiosa— se quedó callada, aunque no la estoy mirando siento sus ojos en mí, sé que está sonriendo.

— Ella no es como otras, no le llamo la atención, solo soy un "millonetas"— digo entre sonrisa—. Pero no es eso lo que me llama la atención, si no su máscara— la observo por el rabillo del ojo, está mirándome, analizando mis palabras.

— Todos tenemos algo que ocultar, una máscara que puede ser perfecta. Puedes no notarla, otras que quieres que se noten, como si pidieras ayuda— se queda en silencio por unos segundo, como si le costara decirlo—. Cada quien tiene sus demonios que quiere ocultar, todos somos atormentados por ellos y nos vuelven vulnerables— dice sería, por un momento su rostro se vuelve sombrío, como si hablara de ella, pero sonríe, siempre lo hace—. Ve a dormir, mañana tienes que ver a tu chica misteriosa— dice soltando su típica risita burlona se levantó y fue directo a su habitación.

— Adiós Ava.


¿Y Si Jugamos a Enamorarnos?Where stories live. Discover now